lunes, 16 de marzo de 2020

VII. Lugar de cinco ermitas y un tempo parroquial por Félix Domínguez López (I)

El lugar de Casas de Millán ha dejado evidencias de su religiosidad en el tiempo, sacerdotes y misioneros nacidos en él llevaron la fe por el Nuevo Mundo, evangelizando sus pueblos, otros la llevaron consigo a las tierras que colonizaron y en su término son numerosos los templos religiosos que podemos contar; tres ermitas y un templo parroquial, pero contó con dos templos más que sumarían en el pasado hasta cinco ermitas. Hoy en pie están tres: San Sebastián el patrón, S. Ramón, y Ntra. Sra. de Tebas la patrona y dos desaparecieron; S. Juan y Sta. Marina que al estar en ruina, su imagen se trasladó al templo parroquial dedicado a S. Nicolás de Bari.
 
Por su contenido, más que por la fábrica y arquitectura, destacan de entre todos dos edificios religiosos: el templo parroquial de S. Nicolás de Bari y el santuario de Ntra. Sra. de Tebas. A ellos me referiré ahora.
 
Parroquial de S. Nicolás de Bari
 
El edificio data de comienzos de S. XV, es de una sola nave, siendo ampliado a lo largo de los siglos, en el XVI y principalmente en el S. XVII cuando se le añadió el cabecero que tiene actualmente. En su conjunto, la arquitectura no es importante, siendo sencilla en su construcción utilizándose aparejo de sillarejo con refuerzos de sillería en las esquinas y portadas.
 
Dispone de dos pórticos que dan paso a su interior, una puerta se sitúa al oeste en los pies del templo - Fig. 1- la segunda está al sur en el lado de la Epístola - Fig. 2 -. Esta puerta es sencilla con arco de medio punto, estuvo tapiada durante años, pero se ha puesto otra vez en uso. Menos modesta es la portada del oeste con ornamentos más apreciables, siendo de sillería gótica, de arco ojival puro, con jambas y archivoltas de molduraje prismático encuadrada con arrabá y coronada en su parte superior por una peana, que en su día sostuvo una escultura de cantería de no muy grandes dimensiones de S. Nicolás de Bari, a quién está dedicada la parroquial. Rodeando el arrabá, aún se conserva una lista esgrafiada muy deteriorada por el paso del tiempo. Sobre este conjunto se abre una ventana rectangular, con rejas de barrotes enlazados en diagonal, del mismo siglo que la fachada - Fig. 4 -. Al igual que en el arrabá y rodeando la ventana aún se puede observar una lista esgrafiada idéntica a la portada. Coronando el conjunto de esta fachada oeste, se encuentra una pequeña espadaña almenada donde se sustenta el esquilón.
 
Las dos puertas mencionadas, conservan sus clavazones góticos originales, la puerta del sur al ser tapiada se deterioró y se sustituyó la madera, pero no así sus clavazones en el año 1.987 con muy buen criterio - Fig.3C - , éstos son de plancha recortada en perfil de cruz griega, terminando sus brazos en flor de lis. Por el contrario los clavazones de la puerta oeste - Fig. 3 D son piezas cuadrangulares en plancha recortada repujada y con estrías cinceladas¹.
 
A la derecha de la fachada oeste y adosada a ella, se alza la torre campanario de planta cuadrada, de la misma época que ésta, construida de sillarejo, pero completada en la base, esquina y en su tramo superior de sillería. En esta última parte se encuentra el campanario, abierto con ventanales de arco de medio punto en cada una de sus fachadas, albergando en ellos las campanas - Fig. 5 -. El tramo superior se inicia con una cornisa de sillar que se repite en la parte más alta del campanario, ambas se decoran con las típicas bolas del estilo gótico - flamenco, decoración que se repite en las cuatro cimeras que cierran la cúpula a cuatro aguas que corona el campanario, hoy por desgracia en avanzado estado de deterioro, habiéndose perdido parte de sus bolas. Por último, destaca en la fachada oeste de la torre campanario, por su sencillez, una ventanilla de sillería en forma de cruz latina con adorno circular en su pie, realzando su belleza al romper la monotonía arquitectónica del sillarejo.
 
En la fachada norte de la parroquial, a principios del S. XIX en 1.808, se construyó el baptisterio, junto a la torre campanario, en su exterior reza una inscripción con su leyenda desprendida, que dice “CONCLUYÓSE ESTA OBRA AÑO 1.808 SIENDO CURATENIENTE ____«parte    desprendida»    DON MANUEL DE LA CRUZ GARCÍALUENGO”.
 
En su interior la parroquial - Fig. 6 -, está cerrada por una doble vertiente de madera, constituyendo su techumbre, apoyada en arcos diafragmas de medio punto transversales, que a su vez se apoyan en pilares decorados con capiteles góticos donde se repiten las bolas de estilo gótico - flamenco como único ornamento. Los arcos dividen la nave en tres tramos, constituyendo éstos tres tramos la nave de la primitiva iglesia, porque a la ampliación de 1.808, hay que unir la ampliación del cabecero más moderno que la primera iglesia, siendo construido en el S. XVII, cerrándose entonces con más nobleza, utilizándose para ello cúpula apoyada sobre pechinas y tambor cilíndrico no muy alto con linterna. En el tambor puede leerse la siguiente inscripción: “ESTA CAPILLA HIZO ESTA IGLESIA A SU COSTA SIENDO MAYORDOMO DIEGO ROSADO ESCRIVANOAÑO DE 1.666”.
 
Al lado de la epístola, se abre una capilla y junto a ella la sacristía; frente a ésta, hay otra capilla con bóveda de arista, decorada al fresco muy deteriorada y de poca calidad pictórica.
 
La parroquial conserva algunos retablos, que en su día debieron realzar y embellecer su interior, casi todos barrocos muy deteriorados, de algunos se han desprendidos trozos y en otros se han retirado por razones de seguridad, de ellos sólo queda el recuerdo de lo que fueron. El mejor conservado es el dedicado a S. Francisco Javier -Fig. 7 - dorado está dividido en su primer cuerpo en tres tramos verticales, separados por columnas salomónicas ricamente talladas con motivos puramente barrocos, hojas entrelazadas con racimos de uvas para las exteriores y hojas con flores en las dos columnas interiores. Entre estas últimas, se abre una gran hornacina donde se encuentra la figura de bulto de S. Francisco Javier, tallada en madera y policromada. A ambos lados y entre las columnas interiores y exteriores sendas peanas sostienen imágenes de la Virgen del Carmen y S. José, sin valor artístico alguno.
 
Hay otro retablo en el altar mayor, - Fig. 20 - se trata de un encargo, y ejecutado como en los casos del Casar de Cáceres y de Monroy por artistas placentinos o avecindados en ella, con una gran influencia del manierismo italiano. Es una obra de talla y pincel, siendo más importante la primera que el segundo en lo artístico. Sus pinturas no son de gran mérito pictórico por sus incorrecciones en el dibujo y composición aunque nos demuestran el temperamento artístico de su autor por el empuje y dramatismo dado a su obra.
No se ha puesto nunca en duda el autor de la talla, pero si ha habido cierta polémica de quien pudo ser el autor de las pinturas del retablo. Algunos investigadores opinan que todas son de Morales, llamado “El Divino”, otros opinan que el pintor fue un contemporáneo de su misma escuela y hasta que trabajaron juntos como lo hicieron después en el retablo mayor de la iglesia de San Martín en Plasencia, me estoy refiriendo a Diego Pérez de Cervera. Más adelante quedará totalmente aclarada esta polémica.

 


El autor de la talla del retablo es Francisco García, en uno de los libros de cuentas de Fábricas y Visitas de 1.543 al 1.560 foliado del archivo parroquial, existen las cuentas del coste del retablo. En las cuentas de 1.545, se encuentra la siguiente “nota de finiquito” de los maravedíes que se pagan al maestro entallador. Dice así:
 
“... Conozco yo Francisco García entallador vecino de Plasencia, que recibí de bos  Alonso     Pérez de Exido mayordomo de la y glesia de Casas de Myllán tres myll e sytecientos e treynta e cinco maravedís en que yo vendí a la dicha yglesia el retablo de talla que yo en ella hize y porque es verdad hos digo a modo de finyquito de todos los maravedís quel dicho retablo balió por junto los he recibido de vos y de otros mayordomos que antes han sido de la dicha yglesia y estoy bien pagado dellos ... Francisco García ”. Rubricado.
 
El documento demuestra como en el año de 1.545, estaba terminada y concluida la parte más valiosa del retablo la obra de talla. Aún en las cuentas de 1.546 del libro de Cuentas de Fábricas y Visitas citado anteriormente, se refleja el pago del valor de la talla, al maestro entallador Francisco García, que no era un artista vulgar, conocía la técnica de su oficio y nos quedó una buena muestra de su habilidad.
 
La talla del retablo está dispuesta en forma de superficie casi cuadrada coronándose triangularmente. Su superficie está dividida verticalmente por columnillas ricamente ornamentadas y adosadas a pilastras que se adornan con motivos de cintas. Horizontalmente está recorrida por estrechos frisos moldurados con gran profusión de cabezas de ángeles, dragones, dentículos. .. etc. A los costados del retablo, se elevan a modo de guardapolvos, dos tablerones estrechos, esculpidos con gran preciosidad de adornos y grotescos, y en los cuales la imaginación renacentista se encuentra llena de fantasía y de agradable gusto. Sobre estos tablerones va el escudo del obispo de Plasencia don Gutiérrez de Vargas y Carvajal.
 
La obra cuenta con cinco figuras de bulto, tres están en la calle central; San Nicolás de pontifical, talla de gran valor, La Ascensión de Ntra. Sra. y el Crucifijo en talla, que completan el calvario con las figuras de San Juan y La Dolorosa a ambos lados de éste. En los triángulos que forman las alas del cuadramiento del Cristo, se ven dos típicos medallones en relieve de cabezas eminentemente renacentistas y platerescos. « En 1.994, se desmontó el retablo para la limpieza de la talla y pintura. Cuando fue montado de nuevo en 1.995, se decidió retirar por su mal estado y por no ser de la misma talla y época del retablo, un expositor sagrario barroco, de muy buena factura. En su lugar se colocó una talla de Sta. Marina y debajo de ella un cuadro sin valor artístico alguno, que hoy forman la calle central. » . Todo el conjunto está completado con molduras caladas de reminiscencia gótica que recorren la parte superior de cada pintura, todas renacentistas, pero donde se resalta más el goticismo son las que cubren las tablas de los evangelistas.
 
No será hasta 1.549, cuando se comiencen las pinturas y doradura del retablo², es a partir de esta fecha, cuando aparecen pagos sucesivos de cantidades a Diego Pérez de Cervera, vecino de Plasencia. En todas las cuentas hasta el año 1.556, aparecen múltiples partidas de pago a este pintor y en alguna ocasión, Diego Pérez de Cervera confiesa haber recibido ciertos maravedíes por la pintura y doradura « Creo que la autoría de las pinturas queda clara, hoy no cabe dudar sobre el autor de ellas, amigo lector. En las últimas cuentas de 1.556 figura la siguiente nota³: “. . . Descárguese al dicho mayordomo 11.834 maravedíes y medio que dio a Diego Pérez de Cervera, pintor Vo de Pla. Con los cuales se le acabó de pagar 190.000 maravedíes en los que se tasó la pintura y doradura del retablo que pintó en esta yglesia de manera que no se le deben ningunos maravedíes del dicho retablo... “
 
Ahora lector, queda aclarada la polémica habida hace años, sobre la autoría de las pinturas como te hice referencia al principio. La pintura y doradura fueron realizadas por Diego Pérez de Cervera entre los años 1.549 y 1554, y nos viene a demostrar que el pintor placentino estaba dentro del manierismo italiano muy de moda en los pintores de la época, así como también en la obra de su coetáneo Luís de Morales “El Divino” con quién se relacionó y trabajó después en el retablo mayor de la iglesia de San Martín de Plasencia, junto a su hermano Antonio Pérez de Cervera⁴.
 
Como información complementaria diré que la tasación de la pintura fue ejecutada por Gaspar de Borgoña en 1.555 era artista, pintor y escultor de la catedral de Toledo⁵.
 
La obra pictórica consta de dieciséis tablas, siendo sustituida la tabla de La Cena por un lienzo, en avanzado estado de deterioro. La disposición de las tablas es como se representan en la - Fig. 16 -.
 
Los temas tratados son la vida y pasión de Jesús comenzando por el Bautismo de Cristo, Jesús y un personaje bíblico, La Cena «tabla sustituida por lienzo » y La Oración en el Huerto, estos cuadros forman el piso superior, a continuación le siguen El Prendimiento, La Flagelación, Jesús coronado de espinas y el Ecce Homo, formando el segundo piso, el tercero y siguiendo el orden descendente de pisos horizontales, se tratan temas como Pilatos, La Caída de Jesús con la Cruz, El Expolio y La Quinta Angustia. En su tramo inferior los temas tratados son los cuatro Evangelistas, comenzando por San Marcos, San Juan, San Lucas y San Mateo. En la tabla de San Marcos, existe una inscripción incompleta, por el deterioro del tiempo, donde se refleja y se hacía constar la fecha en la que se concluyó el retablo, reza lo siguiente: “ acabóse este retablo a 18 de maio de 15     «está borra-do»   siendo cvra el rrevendo sennor…”
 
Afortunadamente sabemos qué falta.
 
Las tablas de la vida y pasión de Cristo, tienen unas dimensiones de 75 x 116 cms.. Y las de los Evangelistas de 75 x 63 cms.
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¹ Centro de Estudio Extremeños. Tomás Martín Gil. Cáceres. Diciembre de 1932. Pág. 47
² Archivo Parroquial de Casas de Millán. Libro de Cuentas de Fábricas y Visitas de 1.553 al 1.560 foliado 34, 1.550 al folio 36 vuelto, al folio 39,1554 al folio 43 vuelto, 1555 al folio 51 vuelto al 53 vuelto, 54 y 54 vuelto y 55,1.556 al folio 57 y 67 vuelto
³ Archivo Parroquial de Casas de Millán. Libro de Cuenta de Fábrica y Visitas de 1.543 a 1.560, foliado. Folio 51 vuelto
⁴ Mª del Mar Lozano Bartolozzi. La pintura Extremeña. Edt. HOY, Diario Regional de Extremadura.
⁵ Tomás Martín Gil. El arte en Extremadura, un retablo del S. XVI. Edt. Revista de Estudios Extremeños. 1.961. Pág. 52

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