domingo, 24 de noviembre de 2019

II. Edad Media. Época de invasiones: Bárbaros, Germanos y el Islam (primera parte) por Félix Domínguez López

LOS GERMANOS VISIGODOS
 
Entre los siglos V y VI, sucesivas invasiones de pueblos germánicos a los que los romanos llamaron bárbaros que significa extranjeros, venidos del norte y este de Europa, pusieron fin a la unidad política del Imperio romano y establecieron en su lugar diferentes reinos en los que la aportación germánica se mezcló con la herencia romana.

Uno de estos pueblos los visigodos, habían cruzado la frontera del Imperio romano y uno de sus cabecillas, Alarico, había llegado hasta Roma y saqueado la ciudad, más tarde se asentaron en el sur de la Galia « actual sur de Francia ». Firmaron un pacto con los romanos que les permitía actuar como “aliados del emperador” para luchar contra otros pueblos bárbaros, como sucedió en el S. V, en el año 409 y en plena descomposición del Imperio romano, los suevos, los vándalos y los alanos que habían penetrado en la Hispania romana y los visigodos como aliados de los romanos, en el año 415 acudieron por primera vez a la Península Ibérica para expulsar a los invasores; los vándalos y parte de los alanos pasaron al norte de África y los suevos quedaron arrinconados en el NO. de Hispania en la Gallaecia « actual Galicia ».
 
De esta manera, cuando en el año 476 fue depuesto el último emperador Rómulo Augústulo, los visigodos se hallaban asentados en Hispania y en el sur de la Galia, pero no será hasta el S. VI en el año 507, y cuando los visigodos fueron expulsados de la Galia por los francos después de la batalla de Vouillé se expandieron por la Península Ibérica, creando entonces el reino visigodo de Hispania, siendo el año 576 cuando Leovigildo estableció definitivamente capital del reino en Toletum «actual Toledo ».
 
Aunque los visigodos fueron numéricamente pocos, unos doscientos mil, lograron imponer su dominio sobre la población hispanorromana que eran seis millones, pero esta mayor población influyó en la cultura de la época visigoda « visigótica » que estuvo muy marcada por la influencia romana y el latín fue la lengua utilizada. El reino de Toledo perduró durante más de doscientos años, durante los cuales adoptaron la lengua, la religión y las costumbres de los hispanorromanos.
 


Con la llegada de los visigodos el “culto” en el sitio de Tebas continuó, pero con contenido cristiano, como consecuencia de que la mayoría de los pueblos germánicos ya se habían convertido al cristianismo antes de invadir el Imperio romano. Los visigodos, por ejemplo fueron cristianizados por el obispo Ulfila en la segunda mitad del S. IV, pero lo fueron “en su versión arriana” considerada herética por la Iglesia porque el teólogo de Alejandría Arrio, negaba la naturaleza “divina” de Cristo. Como escribió Isidoro de Sevilla¹  "... Pero desde el comienzo de su reinado en el año 589 Recaredo se convirtió a la fe católica y llevó el culto de la verdadera fe a toda la nación gótica borrando así la mancha de un error enraizado.
 
La prueba de todo esto, es que tenemos un resto visigodo muy excepcional, un cipo o trozo de pilastra visigoda que se hallaba en el sitio de Tebas, hoy por seguridad se encuentra en la parroquial. Este cipo presenta caracteres de la decoración típica del estilo, es de una especial importancia entre otras por la escasez de tales restos en la provincia alto extremeña. Es de mármol blanco sobresaliendo en su día del suelo una altura de 0.90 metros y los costados iguales, tienen de anchura 0.28 metros. Lleva en la base unas sencillas molduras y los costados están adornados con relieves: en la cara de dos costados opuestos tienen una cruz de tipo visigodo, análoga a la de La Victoria de Oviedo, pero ésta de brazos desiguales. En una de las caras penden de los transversales las consabidas alfa y omega, pero en ambas caras está la cruz elevada sobre una curiosa columnilla de fuste estriado y de capitel con volutas. Los brazos están ornamentados con líneas rectas y curvas dispuestas simétricamente, de tal modo que más que adornos parecen cifras romanas.
 

En las caras de los otros dos lados opuestos llevan esculpidos tallos serpenteantes afrontados formando círculos, en cada uno de éstos - dos por cara - penden palmetas que parecen racimos. Entre estos tallos y el recuadro hay hojas biseladas, siendo las esquinas también esculpidas, formando una a modo de barra retorcida en forma de cordón.
 
A todo esto hay que añadir, que por “desconocer” y no saber “valorar” lo que se observa y se tiene, alguien hace tiempo ha grabado sus iniciales en una de las caras y debajo de los transversales de la cruz, como si el valor artístico del cipo fuera el mismo que el de un tronco de encina o cualquier árbol... ¡Miseria!
 
Durante el primer tercio de este siglo XX, servía de soporte a una cruz de hierro de forma sencilla; a este fin se elevaba la columna sobre un pedestal escalonado y tenía mayor altura, por lo que pudo ocurrir que fuera fabricada para tal objeto. Así se explica que haya un sólo ejemplar. La piedra debe proceder de un taller emeritense, pues en Mérida se conservan aún pilastras con decoración muy semejante a la descrita, con el tema de los tallos y palmetas colgantes. Una duda queda: ¿cuándo fue traída a este lugar, durante la época visigótica entre los siglos VI y VII o fue después?, ambas hipótesis pueden hacerse pero creo que la más lógica es la primera. La Vía de la Plata pasa cerca de Casas de Millán por el puerto de Los Castaños, lo que me sugiere que estos lugares estuvieron comunicados con la capital de la Lusitania, por este motivo, no muy lejos de aquí, en Portezuelo se hicieron también descubrimientos de cosas visigodas. No es por tanto descaminado suponer que sobre el lugar de culto romano se erigiera una primitiva ermita en esta época de culto visigótico y que a la misma se trajeran mármoles de los citados talleres emeritenses.

Aún desechada la hipótesis anterior y suponiendo traída la piedra posteriormente, tiene sin embargo una importancia grande, puesto que representa netamente “un tipo de cruz del cual creo es de los más antiguos de España, tipo derivado directamente del crismón que llevan algunos restos de Mérida, pero que no se contiene de igual forma entre los que de ellos me son conocidos”. Interesante... ¿verdad?,
 
Volvamos al Castro de Cáceres el Viejo, que dominado por el romano, perduraría algún tiempo en la cumbre albergando ambas poblaciones. Más tarde los naturales bajarían al llano, estableciéndose en el campamento romano, que había sido fundado allí para domeñarlos y someterlos, ¿por qué este asentamiento del campamento se ha despoblado? Y por el contrario ¿por qué surgió tan cerca el asentamiento actual de Casas de Millán?, ¿tienen algo en común los dos? Personalmente creo que sí, pero esto requiere una detenida reflexión y rigor histórico.
 
El campamento romano convertido ya en pueblo, murióse a consecuencia de la decadencia política, militar y económica del bajo Imperio romano de Occidente, y también por la irrupción de nuevos señores en la península Ibérica procedentes de África que la invadieron en el s. VIII.
 
LLEGAN LOS MUSULMANES Y EL ISLAM
 
Corría el 28 de Abril del año 711, cuando el valí, emir y gobernador del Magreb «norte de África » el árabe Muza IbnNusayr ordenó a su lugarteniente y gobernador de Tánger, Tarik IbnZiyad que cruzara el estrecho que separa África de la península Ibérica y con no más de 12.000 musulmanes beréberes, desembarcó en el lugar que denominaron Gibr al Tarik que en árabe significa “la roca de Tarik”, hoy la conocemos por Gibraltar.
 
Por entonces el rey visigodo Rodrigo, se encontraba combatiendo a los vascones, acudió inmediatamente al sur de su reino para hacer frente a los invasores. El encuentro entre los dos ejércitos se produjo en Julio del 711 en la “batalla de Guadalete”, cerca de Gibraltar, es discutible el lugar exacto de la batalla, que quizá tuviera lugar entre el río Barbote, la laguna de la Janda o el río Guadalete. En cualquier caso la llamada batalla de Guadalete supuso la desaparición del reino visigodo, la muerte del rey Rodrigo y la ocupación musulmana de la mayor parte de la península Ibérica, iniciada un año después cuando el propio Muza con 18.000 hombres, ahora mayoritariamente árabes, desembarcó en lo que en la actualidad es Algeciras y en apenas cinco años conquistó y ocupó la Península, a la que llamaron AlÁndalus.
 
No tardaron los nuevos señores del desaparecido reino visigodo en llegar a las tierras del actual territorio extremeño, en el año 713 comenzaron su control y en el 714, Muza con 20.000 hombres llegó a Mérida, la principal ciudad visigótica de la región extremeña. La ciudad le opuso una tenaz resistencia durante casi un año, pero finalmente capituló: "los moros deshicieron a mano muchos edificios para aprovecharse de las piedras, alioxes y mármoles...  nos narra Bernabé Moreno en su obra². 
 
Conquistada Mérida, desde allí buscan el valle del Tajo, para ascender hasta Toledo, capital del reino visigodo, para ello aprovechan las calzadas « al balata » heredadas de Roma, lo hicieron sobre todo por la vía de la Plata camino directo hacia esa capital.
 
El ir y venir de tropas, el temor a las aceifas o cabalgadas de saqueos, la ida y venida de numerosos contingentes de población beréber buscando mejores tierras para el pastoreo, y la proximidad de la calzada romana, contribuiría a que la población hispano-romano-visigoda, abandonara el antiguo asentamiento romano del campamento situado a los pies de Sta. Marina, surgiendo un poco más allá. Sin duda una de las causas que motivaron el emplazamiento actual de Casas de Millán fue su abundancia de agua, elemento éste del que carece, amén de una posición más desamparada, el solar donde se alzara en tiempos el viejo campamento romano.
 
Todo quedó trastocado con la invasión musulmana, los naturales, «nuestros antepasados casitos », sufrieron las consecuencias de vivir un período histórico inestable, de peligros y cambiante. Un largo período donde cristianos y musulmanes se alternaron en la labor de conquistar hoy, perder mañana y reconquistar más tarde, unas veces dominadores y otras, dominados, esto ocurrió a lo largo de 781 años. Largo período que desde que en el año 718 los astures dirigidos por el visigodo Pelayo consiguieron la primera victoria conocida frente a un grupo musulmán, - esta victoria será más tarde mitificada por los cronistas cristianos que convierten a Covadonga en una gran batalla de la que hacen partir la reconquista cristiana, cuando la realidad no fue sino una escaramuza ignorada por los musulmanes, - hasta que la reconquista llega al Tajo en sus primeros momentos y se reactiva el núcleo de población antigua que aquí perduraba desde la dominación romana y visigoda, hubo un largo período de tiempo, quizás el suficiente, para que árabes y musulmanes, entraran en contacto, plantaran sus cultivos en los aledaños de Casas de Millán, y se levantara el pueblo propiamente dicho a la sombra de la primitiva población hispano-romano-visigótica y a la política repobladora que los monarcas cristianos hicieron, cuando el Islam estuvo allende del Tajo, en la Reconquista.
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¹ Isidoro de Sevilla. La historia de los godos, vándalo y suevos.
² Bernabé Moreno de Vargas. Historia de la ciudad de Mérida.

domingo, 17 de noviembre de 2019

I. Huellas de un pasado lejano por Félix Domínguez López

Desde la antigüedad el área donde se asienta Casas de Millán, atrajo a diversos pueblos dejándonos evidencias de su paso en los restos arqueológicos existentes. Por su situación geo-topográfica y sus riquezas tanto acuíferas como naturales y la necesidad de un camino que desde cualquier vado del Tajo en torno al puente de Alconetar, llegara hasta los sistemas montañosos de puerto de Castilla y Béjar, “el romano” siguiendo las huellas de vettones, celtas y lusitanos, tendió su vía o calzada romana Vía Lata o Vía de la Plata, por el puerto natural de Los Castaños, siendo construida sobre el año 95 A. de C. por PVBLIO LVCINIO CRASO.
 
Este camino o calzada comunicaba el territorio de los astures con la fértil Bética. Recibe su denominación por ser la ruta que conducía a los ricos yacimientos auríferos y argentíferos del noroeste hispánico. Otros consideran que su nombre data de la época musulmana, de la palabra “ál-balata” que en árabe quiere decir camino enlosado¹.  La calzada unía en su tramo principal dos ciudades fundadas por el emperador romano AUGUSTO-, Emérita Augusta la actual Mérida y Astúrica actualmente Astorga , pobladas ambas por legionarios veteranos de las guerras contra cántabros y astures entre los años 29 A. de C. y 19 A. de C. Un ramal norte unía Astorga con Gigia la actual Gijón a través de Legio hoy León, y otro ramal sur hacía lo mismo desde Mérida e Itálica la ciudad próxima a la capital de Sevilla, que fue Hispalis para los romanos, a Gades actualmente Cádiz. Desde allí era rápida la comunicación por mar con Roma. Esta calzada atravesaba otras poblaciones como Salmántica actualmente Salamanca y Norba Caesarina hoy Cáceres. Próximamente amigo lector, te volveré a hablar de este último lugar.
 
Por esta calzada se encauzó todo el trasiego norte-sur de gran parte de la Lusitania, los romanos querían como bien se indica en el “Itinerario de Antonino” ( 2) poner en contacto las bocas del río Anae romano, hoy Guadiana, con la gran vía norte-sur descrita anteriormente formada por una serie de trayectos que ponían en comunicación directamente Gades con Astúrica a través de HISPALIS, EMÉRITA, SALMANTICA y OCELO DURI. Por ella también subieron y bajaron árabes y cristianos durante la Reconquista, continuando en uso a pesar de su deterioro hasta bien entrado el S. XX, esta ruta aún hoy perdura como carretera, la N - 630 que sigue sensiblemente el mismo trazado de Gijón a Sevilla, por Oviedo, Zamora, Salamanca, Cáceres y Mérida, trazado que también seguirá la futura autovía, que de ser construida llevará el nombre primitivo de esta antiquísima ruta, “autovía de la Plata”.
 
Vía militar primero y mercantil después debió su construcción, junto a lo expuesto anteriormente, a fines bélicos de penetración y conquista en un principio, para continuar luego adscrita además de a este servicio, a dar salida a los numerosos minerales que formaban y forman una auténtica frontera geológica con las minas del NO. de Hispania. En una palabra el camino, calzada o vía de la Plata romana se hizo sobre el borroso e impreciso diseño de la “ruta del estaño”, convirtiéndose entre otras cosas en vía militar durante la época romana. Lo cierto es que su construcción hizo posible en las inmediaciones, la aparición de asentamientos como “mansiones” y “villas” favoreciendo de esta manera la romanización de estos lugares próximos a ella.
 
El origen militar debió ser el primero y más lógico, teniendo en cuenta que al trasladar Roma la segunda “Guerra Púnica ” a suelo de Hispania y decidir posteriormente su conquista una vez derrotada Cartago, “el romano” comprobó la facilidad de la conquista de la zona mediterránea que los griegos llamaron Iberia donde vivían contéstanos, turboletas y layetanos y del área de Tartesia con turdetanos y bastetanos, por estar más acostumbradas a alterar su forma de vida por el contacto que durante siglos tuvieron con fenicios y griegos. Por textos antiguos sabemos el papel que las mujeres ibéricas tuvieron en el proceso de relación entre las sociedades ibéricas y los pueblos colonizadores fenicios y griegos, éstos solamente enviaban a formar colonias a hombres, que una vez establecidos se unían con mujeres indígenas. Pero “el romano” pronto se daría cuenta de que las tierras de la Hispania del interior, no eran tan fáciles someterlas y conquistarlas como lo fueron las mediterráneas, y que vettones, lusitanos, celtíberos... no acostumbraban a ser tan receptivos como lo habían sido los mediterráneos. Un ejemplo de esto fueron los actos bélicos protagonizados por Aníbal y Viriato, que ha llevado a algún estudioso²   a defender la idea de que Viriato murió en un lugar de la Sierra de STA. Marina, - dato éste del que te volveré a hablar más adelante -.
 
Roma tardaría 125 años, entre el 154 A. de C. y el 29 A. de C., en conquistar la Hispania del interior. Para ello tuvo que sostener guerras: Una contra los celtíberos que terminó con Numancia sitiada durante diez años. La otra guerra fue contra los lusitanos durante casi veinte años, desde el 154 A. de C. al 139 A. de C., se enfrentaron fundamentalmente romanos y lusitanos, aunque también intervinieron otros pueblos como vettones y oretanos, donde destacó el lusitano Viriato, pastor y terrateniente que personificó la resistencia indígena a la conquista romana y que se levantó en armas contra Roma en respuesta a las matanzas que habían ordenado los pretores Galba y Lúculo, el primero ordenó asesinar 7.000 indígenas. En el año 140 A. de C. el Senado de Roma envió tropas al mando del cónsul Servilio Cepión, fundó el campamento de Castra Servilla, próximo a Cáceres, «ya te recordaré este lugar luego amigo lector » derrotó a Viriato, que posteriormente fue asesinado en una conspiración en 139 A. de C., lo que puso fin a la guerra.

En el punto donde la calzada romana “ataca” en línea recta el puerto de los Castaños en dirección hacia el norte, se alza a su derecha la sierra de STA. Marina, en su cumbre y de extremo a extremo se extienden las ruinas del castro de Cáceres el viejo como se le conoce en el lugar, y en la llanada que hay al sur de este castro de Sta. Marina, se extienden los restos de lo que a mi juicio pudo ser un campamento romano, que sobre un plano inclinado suavemente está en el lugar llamado La Lombriz - Croquis-plano del campamento Fig. 3 En él aparece lo que puede ser el pretorio - edificio del cónsul o general romano en un campamento permanente - por una piedra, que según Sánchez Paredes³  pudo ver, cuando en la tarde del 7 de Julio de 1962, visitó las excavaciones realizadas aquí, en la que se apreciaba escrita la frase “DOMVS PREATOR”. 

En el centro del peristilo de esta casa y puesto también al descubierto en la excavación existe un pozo cuyo fondo fue removido igualmente, extrayendo del mismo aparte de fragmentos de tejas y ladrillos, un águila de plata. El agua sobrante del pozo era conducida fuera del peristilo por un cauce que formaban varias piedras de granito perfectamente labradas. Alrededor del patio se abren varias habitaciones, una de ellas en forma basilical, otras son rectangulares, tal vez alguna de estas piezas sea la cocina, fueron descubiertos también mosaicos y pavimentos. Igualmente se excavaron los dos ángulos inferiores del cuadrilátero, forma que sin duda tuvo el campamento romano. Por haberse construido sobre un plano inclinado completamente despejado, los dos ángulos superiores son también fáciles de localizar. En los dos excavados sólo se perfilan cimientos de paredes en ángulo. La técnica constructiva empleada en los cimientos de las paredes excavadas, es la de doble paramento de mampostería de sillarejos, con el núcleo relleno de argamasa.
 
Estas fueron tierras de vettones y lusitanos, tenemos sus restos en castros o habitáculos como el que existiera en la cumbre de la sierra de STA. Marina que llamamos “Cáceres el Viejo”, que tuvo un fin defensivo durante las campañas de Viriato⁴  pero esto no quiere decir que surgiera este castro entonces, pues hay indicios de que su origen se remonta a tiempos anteriores: ¿la sierra de STA. Marina es el famoso monte de Venus donde mataron a Viriato, en la conspiración que puso fin a las guerras lusitanas después de su derrota ante Servilio Cepión.
 
En las paredes situadas al extremo NO. del Castro de STA. Marina que es el más próximo a la calzada romana, indican que el pueblo asentado en el campamento romano, logró dominar y convivir algún tiempo con los defensores del terreno y habitantes del castro, pues en estas paredes se observa la misma técnica de doble paramento de mampostería de sillarejos con el núcleo relleno de argamasa, táctica utilizada también en el campamento romano. ¿Tiene alguna relación el campamento romano de Castra Servilla fundado por Servilio Cepión vencedor de Viriato, y la discutida Norba Cesarina cacereña con el campamento de La Lombriz , como afirman algunos autores?, y ¿por qué, desde no se sabe cuándo, se llama en Casas de Millán a las ruinas de STA. Marina, Cáceres el Viejo? «Las respuestas a estas preguntas, amigo lector, te las remito a ti», tengo la impresión y algo más, de que sí tienen relación, pero para afirmar con certeza todo esto, se requiere un mayor rigor científico que por hoy no tengo. Te animo a que tú lo obtengas y termines este capítulo con tu investigación.
 
Esta atalaya natural debió ser magnífica tanto para la defensa como para la alerta, en días claros puede contemplarse no solamente la cuenca del río Tajo , sino hasta la zona y comarca de la propia capital de provincia; Cáceres. Esta tierra donde está enclavado el castro lo eleva casi exento, aislado por sus cuatro costados, tiene forma alargada orientándose sensiblemente de SE. a NO., sus dos vertientes son desiguales, pues mientras que la orientada al norte es sensiblemente de inclinación tolerable, la que mira al medio día es claramente impracticable. Su extremo sudoriental es el más próximo a Casas de Millán. Por el contrario el situado al ocaso forma el llamado Puerto de los Castaños, sin duda por haber sido en el pasado un castañar inmenso.
 
Una particularidad de este castro de Cáceres el Viejo, es el estar desprovisto de muros de cerramiento en todo su lado sur, precisamente el orientado hacia la llanura donde se encuentran los restos del campamento romano. La razón de ello, tal vez debe encontrarse en que por este lado es inabordable por su fuerte inclinación, otra particularidad del castro es que el poblado debió disponer de agua pues el muro exterior, comprende dentro del recinto más periférico una fuente, charca o abrevadero.
 
En sus “Crónicas de excavaciones arqueológico-extremeñas” Sánchez Paredes llama la atención sobre una puerta en el muro exterior del castro, voy a referir casi textualmente lo que dice:    “... pude observar la existencia de una puerta, en el muro exterior..., « se refiere al castro de STA. Marina »  ...no recuerdo haber apreciado ninguna otra en los recintos interiores. Me ayudó a localizarla aquella vereda que moría en la misma procedente del camino de “los Moros o de la Canal”. No pude recoger fragmentos de cerámica y no encontré nada de factura romana en la pequeña excavación que también se hiciera aquí, muy al extremo occidental del castro más si percaté la existencia de cimientos de paredes en forma de rectángulo restos de muros con técnicas semejantes he encontrado en Cáparra y otros yacimientos romanos de la comarca, hay que tener en cuenta que tiene más de un kilómetro de longitud...”« Se refiere al castro de STA Marina ».
 
Como puede verse, tuvo más suerte que nosotros y pudo observar el castro antes de que la “la civilización” cambiara el relieve y el paisaje de la sierra, estoy hablando, claro, de la muy desgraciada y nefasta reforestación de eucaliptos, su consecuencia fue, que las máquinas destruyeran gran parte de este yacimiento tan singular y los restos que aún quedaran en él.
En el sitio de Tebas, encontramos vestigios de esta época. El lugar es particular, posición típica de citanias entre un río o arroyo principal y otro más pequeño que desemboca en aquel, por lo que tales cerros serían inexpugnables y prácticamente inaccesibles en la época prehistórica y antigua por dichos lados. En este caso el río es pequeño, una ribera, la Del Castaño, que viene desde el Cancho del Risco donde nace y corre hacia el Tajo “el Tagus romano” donde vierte sus aguas que en épocas pasadas sirvieron para mover una decena de molinos harineros.
 
En este lugar, los romanos dieron culto a alguna deidad; la sociedad romana ha dejado evidencia de su religiosidad en la existencia de templos y numerosos altares y lararios de carácter doméstico. Aquí en este solar de Tebas debió existir un asentamiento y un templo, tenemos evidencia de ello por la existencia de abundantes restos como voluminosas aras romanas Figs. 1 y 2 - . Una se encuentra en el muro exterior de la cabecera o ábside, otra se encuentra guardada en la parroquial y una tercera ha sido recientemente llevada al Museo Arqueológico de Cáceres donde está expuesta.
 
En los alrededores de este lugar ocupado hoy por una ermita católica dedicada a Ntra. Sra. de Tebas, se han encontrado tégulas romanas, cerámicas y tengo noticia de que incluso monedas procedentes quizás de algún enterramiento.

Fig. 1
Fig. 2

Fig. 3 - CROQUIS-PLANO DEL PRETORIO DEL CAMPAMENTO ROMANO
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¹ E. Cerrillo Martín. Los romanos de Extremadura. Editorial Regional de Extremadura. Mérida 1985, pág. 19
² Estudio de José Sendín Blázquez sobre Ntra. Sra. de Tebas, patrona de Casas de Millán
³ Crónicas de excavaciones arqueológicas. Extremeñas. De paso por el Puerto de los Castaños. Acampo traviesa. Antonio Sánchez Paredes. Diario de Extremadura 1962
⁴ Idem

viernes, 15 de noviembre de 2019

Sintesis Geopolítica de Casas de Millán y su entorno por Félix Domínguez López

Antes de publicar lo que durante algunas entregas haré, quiero aclarar algunos puntos.
 
1º.- Que sigue siendo la intención inicial, de publicaciones anteriores, la de que pueda irse investigando sobre la historia de Casas de Millán.
2º.- Que los casitos, sobre todo a nivel popular, tengan la oportunidad de conocer dicha historia.
3º.- Que estos apuntes son fruto del amor que tenía a su pueblo Félix Domínguez López, que dedicó muchos momentos de su vida pedagógica a recopilar datos sobre su pueblo. Quedaron inéditos, pero que con la autorización de quien los poseía, su esposa, quiero darlos a conocer para provecho de todos los amantes de Casas de Millán.
4º.- Que como siempre, se hacen en pequeñas entregas a fin de no cansar a los lectores y esperar con paciencia una nueva publicación.



FUENTES Y MATERIALES PARA EL ESTUDIO
DE CASAS DE MILLAN




SÍNTESIS GEO-POLÍTICA
DE
CASAS DE MILLÁN
Y
SU ENTORNO




Por Félix Domínguez López


NOTA LIMINAR AL TEXTO

A los que nos gusta la investigación histórica, vemos en ella una aventura intelectual, que nos plantea retos en el intento de alcanzar nuevos horizontes de conocimiento y debemos superar numerosos obstáculos con grandes dosis de ingenio y esfuerzo. La historia, nos da la capacidad de viajar en el tiempo y en este caso transportarnos a cualquier momento del nacimiento, pasado y desarrollo de Casas de Millán.
 
Confío que este trabajo, sabrá trasladar al lector toda la pasión que siente el autor por la búsqueda de nuestro origen histórico y dar respuestas a interrogantes que siempre tuvo. Y sobre todo facilitar la labor investigadora de futuros eruditos, que continúen este estudio.
  • ¿Es Casas de Millán un asentamiento (pueblo) antiguo, moderno o reciente?, ¿cómo se   originó y formó?
  • ¿Siempre estuvo en el lugar donde se asienta hoy?
  • ¿Por qué se llama así?, ¿ha cambiado de nombre a lo largo de los siglos?
Este libro ha sido concebido para dar respuesta a estas y otras preguntas acerca del pasado de Casas de Millán. Como el detective, el trabajo de investigación del autor, comienza analizando las huellas y restos del pasado, reconstruyendo la secuencia de lo acontecido y basando sus conclusiones en datos contestables y razonamientos sólidos que no oculta. Y con el rigor científico que se espera del investigador unido a la habilidad de experimentado comunicador, alcanzada en años de docencia, el autor te acerca a una documentada síntesis acerca de lo ocurrido hace tiempo en Casas de Millán, para que los que me sigan en la labor investigadora, tengan el “terreno más fácil” de lo que yo lo he tenido.
 
Me entristece ver este pueblo sumido hoy en el olvido sabiendo que tiene tras de sí acontecimientos de notable relevancia, y restos que nos invita a pensar que el olvido actual no se corresponde con la importancia de otras épocas, cuando pueblos de cierta relevancia hoy de su entorno, no lo eran entonces o incluso no existían.