domingo, 17 de noviembre de 2019

I. Huellas de un pasado lejano por Félix Domínguez López

Desde la antigüedad el área donde se asienta Casas de Millán, atrajo a diversos pueblos dejándonos evidencias de su paso en los restos arqueológicos existentes. Por su situación geo-topográfica y sus riquezas tanto acuíferas como naturales y la necesidad de un camino que desde cualquier vado del Tajo en torno al puente de Alconetar, llegara hasta los sistemas montañosos de puerto de Castilla y Béjar, “el romano” siguiendo las huellas de vettones, celtas y lusitanos, tendió su vía o calzada romana Vía Lata o Vía de la Plata, por el puerto natural de Los Castaños, siendo construida sobre el año 95 A. de C. por PVBLIO LVCINIO CRASO.
 
Este camino o calzada comunicaba el territorio de los astures con la fértil Bética. Recibe su denominación por ser la ruta que conducía a los ricos yacimientos auríferos y argentíferos del noroeste hispánico. Otros consideran que su nombre data de la época musulmana, de la palabra “ál-balata” que en árabe quiere decir camino enlosado¹.  La calzada unía en su tramo principal dos ciudades fundadas por el emperador romano AUGUSTO-, Emérita Augusta la actual Mérida y Astúrica actualmente Astorga , pobladas ambas por legionarios veteranos de las guerras contra cántabros y astures entre los años 29 A. de C. y 19 A. de C. Un ramal norte unía Astorga con Gigia la actual Gijón a través de Legio hoy León, y otro ramal sur hacía lo mismo desde Mérida e Itálica la ciudad próxima a la capital de Sevilla, que fue Hispalis para los romanos, a Gades actualmente Cádiz. Desde allí era rápida la comunicación por mar con Roma. Esta calzada atravesaba otras poblaciones como Salmántica actualmente Salamanca y Norba Caesarina hoy Cáceres. Próximamente amigo lector, te volveré a hablar de este último lugar.
 
Por esta calzada se encauzó todo el trasiego norte-sur de gran parte de la Lusitania, los romanos querían como bien se indica en el “Itinerario de Antonino” ( 2) poner en contacto las bocas del río Anae romano, hoy Guadiana, con la gran vía norte-sur descrita anteriormente formada por una serie de trayectos que ponían en comunicación directamente Gades con Astúrica a través de HISPALIS, EMÉRITA, SALMANTICA y OCELO DURI. Por ella también subieron y bajaron árabes y cristianos durante la Reconquista, continuando en uso a pesar de su deterioro hasta bien entrado el S. XX, esta ruta aún hoy perdura como carretera, la N - 630 que sigue sensiblemente el mismo trazado de Gijón a Sevilla, por Oviedo, Zamora, Salamanca, Cáceres y Mérida, trazado que también seguirá la futura autovía, que de ser construida llevará el nombre primitivo de esta antiquísima ruta, “autovía de la Plata”.
 
Vía militar primero y mercantil después debió su construcción, junto a lo expuesto anteriormente, a fines bélicos de penetración y conquista en un principio, para continuar luego adscrita además de a este servicio, a dar salida a los numerosos minerales que formaban y forman una auténtica frontera geológica con las minas del NO. de Hispania. En una palabra el camino, calzada o vía de la Plata romana se hizo sobre el borroso e impreciso diseño de la “ruta del estaño”, convirtiéndose entre otras cosas en vía militar durante la época romana. Lo cierto es que su construcción hizo posible en las inmediaciones, la aparición de asentamientos como “mansiones” y “villas” favoreciendo de esta manera la romanización de estos lugares próximos a ella.
 
El origen militar debió ser el primero y más lógico, teniendo en cuenta que al trasladar Roma la segunda “Guerra Púnica ” a suelo de Hispania y decidir posteriormente su conquista una vez derrotada Cartago, “el romano” comprobó la facilidad de la conquista de la zona mediterránea que los griegos llamaron Iberia donde vivían contéstanos, turboletas y layetanos y del área de Tartesia con turdetanos y bastetanos, por estar más acostumbradas a alterar su forma de vida por el contacto que durante siglos tuvieron con fenicios y griegos. Por textos antiguos sabemos el papel que las mujeres ibéricas tuvieron en el proceso de relación entre las sociedades ibéricas y los pueblos colonizadores fenicios y griegos, éstos solamente enviaban a formar colonias a hombres, que una vez establecidos se unían con mujeres indígenas. Pero “el romano” pronto se daría cuenta de que las tierras de la Hispania del interior, no eran tan fáciles someterlas y conquistarlas como lo fueron las mediterráneas, y que vettones, lusitanos, celtíberos... no acostumbraban a ser tan receptivos como lo habían sido los mediterráneos. Un ejemplo de esto fueron los actos bélicos protagonizados por Aníbal y Viriato, que ha llevado a algún estudioso²   a defender la idea de que Viriato murió en un lugar de la Sierra de STA. Marina, - dato éste del que te volveré a hablar más adelante -.
 
Roma tardaría 125 años, entre el 154 A. de C. y el 29 A. de C., en conquistar la Hispania del interior. Para ello tuvo que sostener guerras: Una contra los celtíberos que terminó con Numancia sitiada durante diez años. La otra guerra fue contra los lusitanos durante casi veinte años, desde el 154 A. de C. al 139 A. de C., se enfrentaron fundamentalmente romanos y lusitanos, aunque también intervinieron otros pueblos como vettones y oretanos, donde destacó el lusitano Viriato, pastor y terrateniente que personificó la resistencia indígena a la conquista romana y que se levantó en armas contra Roma en respuesta a las matanzas que habían ordenado los pretores Galba y Lúculo, el primero ordenó asesinar 7.000 indígenas. En el año 140 A. de C. el Senado de Roma envió tropas al mando del cónsul Servilio Cepión, fundó el campamento de Castra Servilla, próximo a Cáceres, «ya te recordaré este lugar luego amigo lector » derrotó a Viriato, que posteriormente fue asesinado en una conspiración en 139 A. de C., lo que puso fin a la guerra.

En el punto donde la calzada romana “ataca” en línea recta el puerto de los Castaños en dirección hacia el norte, se alza a su derecha la sierra de STA. Marina, en su cumbre y de extremo a extremo se extienden las ruinas del castro de Cáceres el viejo como se le conoce en el lugar, y en la llanada que hay al sur de este castro de Sta. Marina, se extienden los restos de lo que a mi juicio pudo ser un campamento romano, que sobre un plano inclinado suavemente está en el lugar llamado La Lombriz - Croquis-plano del campamento Fig. 3 En él aparece lo que puede ser el pretorio - edificio del cónsul o general romano en un campamento permanente - por una piedra, que según Sánchez Paredes³  pudo ver, cuando en la tarde del 7 de Julio de 1962, visitó las excavaciones realizadas aquí, en la que se apreciaba escrita la frase “DOMVS PREATOR”. 

En el centro del peristilo de esta casa y puesto también al descubierto en la excavación existe un pozo cuyo fondo fue removido igualmente, extrayendo del mismo aparte de fragmentos de tejas y ladrillos, un águila de plata. El agua sobrante del pozo era conducida fuera del peristilo por un cauce que formaban varias piedras de granito perfectamente labradas. Alrededor del patio se abren varias habitaciones, una de ellas en forma basilical, otras son rectangulares, tal vez alguna de estas piezas sea la cocina, fueron descubiertos también mosaicos y pavimentos. Igualmente se excavaron los dos ángulos inferiores del cuadrilátero, forma que sin duda tuvo el campamento romano. Por haberse construido sobre un plano inclinado completamente despejado, los dos ángulos superiores son también fáciles de localizar. En los dos excavados sólo se perfilan cimientos de paredes en ángulo. La técnica constructiva empleada en los cimientos de las paredes excavadas, es la de doble paramento de mampostería de sillarejos, con el núcleo relleno de argamasa.
 
Estas fueron tierras de vettones y lusitanos, tenemos sus restos en castros o habitáculos como el que existiera en la cumbre de la sierra de STA. Marina que llamamos “Cáceres el Viejo”, que tuvo un fin defensivo durante las campañas de Viriato⁴  pero esto no quiere decir que surgiera este castro entonces, pues hay indicios de que su origen se remonta a tiempos anteriores: ¿la sierra de STA. Marina es el famoso monte de Venus donde mataron a Viriato, en la conspiración que puso fin a las guerras lusitanas después de su derrota ante Servilio Cepión.
 
En las paredes situadas al extremo NO. del Castro de STA. Marina que es el más próximo a la calzada romana, indican que el pueblo asentado en el campamento romano, logró dominar y convivir algún tiempo con los defensores del terreno y habitantes del castro, pues en estas paredes se observa la misma técnica de doble paramento de mampostería de sillarejos con el núcleo relleno de argamasa, táctica utilizada también en el campamento romano. ¿Tiene alguna relación el campamento romano de Castra Servilla fundado por Servilio Cepión vencedor de Viriato, y la discutida Norba Cesarina cacereña con el campamento de La Lombriz , como afirman algunos autores?, y ¿por qué, desde no se sabe cuándo, se llama en Casas de Millán a las ruinas de STA. Marina, Cáceres el Viejo? «Las respuestas a estas preguntas, amigo lector, te las remito a ti», tengo la impresión y algo más, de que sí tienen relación, pero para afirmar con certeza todo esto, se requiere un mayor rigor científico que por hoy no tengo. Te animo a que tú lo obtengas y termines este capítulo con tu investigación.
 
Esta atalaya natural debió ser magnífica tanto para la defensa como para la alerta, en días claros puede contemplarse no solamente la cuenca del río Tajo , sino hasta la zona y comarca de la propia capital de provincia; Cáceres. Esta tierra donde está enclavado el castro lo eleva casi exento, aislado por sus cuatro costados, tiene forma alargada orientándose sensiblemente de SE. a NO., sus dos vertientes son desiguales, pues mientras que la orientada al norte es sensiblemente de inclinación tolerable, la que mira al medio día es claramente impracticable. Su extremo sudoriental es el más próximo a Casas de Millán. Por el contrario el situado al ocaso forma el llamado Puerto de los Castaños, sin duda por haber sido en el pasado un castañar inmenso.
 
Una particularidad de este castro de Cáceres el Viejo, es el estar desprovisto de muros de cerramiento en todo su lado sur, precisamente el orientado hacia la llanura donde se encuentran los restos del campamento romano. La razón de ello, tal vez debe encontrarse en que por este lado es inabordable por su fuerte inclinación, otra particularidad del castro es que el poblado debió disponer de agua pues el muro exterior, comprende dentro del recinto más periférico una fuente, charca o abrevadero.
 
En sus “Crónicas de excavaciones arqueológico-extremeñas” Sánchez Paredes llama la atención sobre una puerta en el muro exterior del castro, voy a referir casi textualmente lo que dice:    “... pude observar la existencia de una puerta, en el muro exterior..., « se refiere al castro de STA. Marina »  ...no recuerdo haber apreciado ninguna otra en los recintos interiores. Me ayudó a localizarla aquella vereda que moría en la misma procedente del camino de “los Moros o de la Canal”. No pude recoger fragmentos de cerámica y no encontré nada de factura romana en la pequeña excavación que también se hiciera aquí, muy al extremo occidental del castro más si percaté la existencia de cimientos de paredes en forma de rectángulo restos de muros con técnicas semejantes he encontrado en Cáparra y otros yacimientos romanos de la comarca, hay que tener en cuenta que tiene más de un kilómetro de longitud...”« Se refiere al castro de STA Marina ».
 
Como puede verse, tuvo más suerte que nosotros y pudo observar el castro antes de que la “la civilización” cambiara el relieve y el paisaje de la sierra, estoy hablando, claro, de la muy desgraciada y nefasta reforestación de eucaliptos, su consecuencia fue, que las máquinas destruyeran gran parte de este yacimiento tan singular y los restos que aún quedaran en él.
En el sitio de Tebas, encontramos vestigios de esta época. El lugar es particular, posición típica de citanias entre un río o arroyo principal y otro más pequeño que desemboca en aquel, por lo que tales cerros serían inexpugnables y prácticamente inaccesibles en la época prehistórica y antigua por dichos lados. En este caso el río es pequeño, una ribera, la Del Castaño, que viene desde el Cancho del Risco donde nace y corre hacia el Tajo “el Tagus romano” donde vierte sus aguas que en épocas pasadas sirvieron para mover una decena de molinos harineros.
 
En este lugar, los romanos dieron culto a alguna deidad; la sociedad romana ha dejado evidencia de su religiosidad en la existencia de templos y numerosos altares y lararios de carácter doméstico. Aquí en este solar de Tebas debió existir un asentamiento y un templo, tenemos evidencia de ello por la existencia de abundantes restos como voluminosas aras romanas Figs. 1 y 2 - . Una se encuentra en el muro exterior de la cabecera o ábside, otra se encuentra guardada en la parroquial y una tercera ha sido recientemente llevada al Museo Arqueológico de Cáceres donde está expuesta.
 
En los alrededores de este lugar ocupado hoy por una ermita católica dedicada a Ntra. Sra. de Tebas, se han encontrado tégulas romanas, cerámicas y tengo noticia de que incluso monedas procedentes quizás de algún enterramiento.

Fig. 1
Fig. 2

Fig. 3 - CROQUIS-PLANO DEL PRETORIO DEL CAMPAMENTO ROMANO
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¹ E. Cerrillo Martín. Los romanos de Extremadura. Editorial Regional de Extremadura. Mérida 1985, pág. 19
² Estudio de José Sendín Blázquez sobre Ntra. Sra. de Tebas, patrona de Casas de Millán
³ Crónicas de excavaciones arqueológicas. Extremeñas. De paso por el Puerto de los Castaños. Acampo traviesa. Antonio Sánchez Paredes. Diario de Extremadura 1962
⁴ Idem

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