Quisiéramos acercarnos a una raíz también del vigor de la fe en Casas de Millán.
Si hemos considerado el mundo religioso a través de las personas “importantes” nacidas en el pueblo; de quienes dejaron sus huellas en la devoción popular petrificada en ermitas y devociones o asociaciones, no hemos de perder de vista otra manifestación de la fe del pueblo mediante las capellanías y memorias aquí fundadas.
Si hemos considerado el mundo religioso a través de las personas “importantes” nacidas en el pueblo; de quienes dejaron sus huellas en la devoción popular petrificada en ermitas y devociones o asociaciones, no hemos de perder de vista otra manifestación de la fe del pueblo mediante las capellanías y memorias aquí fundadas.
Aunque sea brevemente daremos noticia de las fundaciones que tuvo la Parroquia de S. Nicolás de Bari de Casas de Millán.
¿Qué son las capellanías y fundaciones en el siglo XVII y XVIII? Las capellanías son fundaciones perpetuas hechas con la obligación aneja de cierto número de misas u otras cargas espirituales que debe cumplir el poseedor en la forma y lugar previstos por el fundador.
Se trata por consiguiente de que un feligrés separaba de su patrimonio unos bienes, que posteriormente se asignaban, ordinariamente a un clérigo, para que pudiera mantenerse de ellos. A su vez dicho clérigo se comprometía a celebrar en una capilla un cierto número de misas o rituales sagrados por el alma del fundador, que ordinariamente ampliaba a su familia.
Esta forma de financiación proporcionaba a la Iglesia una gran masa económica de bienes, separados del conjunto de la economía, y que ayudaba a sufragar las cargas espirituales que necesitaba.
Había modalidades. Así nos encontramos con capellanías colativas y laicales.
En las primeras ordinariamente los bienes pertenecen a la Iglesia, que se encarga de administrarlos como apoyo económico para el capellán. Al ser bienes de la Iglesia necesitaba intervención del Obispo aprobándolas.
En las primeras ordinariamente los bienes pertenecen a la Iglesia, que se encarga de administrarlos como apoyo económico para el capellán. Al ser bienes de la Iglesia necesitaba intervención del Obispo aprobándolas.
Las laicales no necesitan intervención de la autoridad eclesiástica. Se deben distinguir éstas de las memorias y aniversarios, es decir, las misas que se mandaban en los testamentos que se aplicasen por las almas del testamentario u otras intenciones. Ello no suponía una vinculación perpetua. Por el contrario, en las capellanías laicales los bienes sobre los que está sustentada la fundación se separan de la herencia del fundador y quedan vinculados a la capellanía.
La fundación de capellanías constituyó una práctica muy difundida en España durante los siglos XVI al XVIII que incluso se hizo extensible a las colonias españolas de América.
Quiero advertir, puesto que tenemos algunas capellanías en la Parroquia de este tipo, que el capellán electo fuese un menor no ordenado; en este caso su tutor se encargaba de mandar decir las misas a una tercera persona pagándole según la limosna acostumbrada (de dos a cuatro reales) y utilizando el superávit para ayudar en el mantenimiento y estudios del capellán. E incluso encontrarse ausente el capellán nombrado y mientras dure dicha ausencia nombrarse un capellán interino.
Después de esta advertencia veremos una posibilidad que pudo haber en la Parroquia del pueblo.
CAPELLANÍAS HABIDAS EN EL SIGLO XVIII
Llegados a este punto podemos decir que nos encontramos en el año 1753 con 42 capellanías en la relación que de ellas se hace en el “ÍNDICE DEL LIBRO “CATASTRO DEL MARQUÉS DE LA ENSENADA”
Es necesario hacer constar que no todas las fundaron feligreses de aquí.
- Capellanía de Catalina González, La Beata
- Capellanía que fundó Matías Gil e Inés González
- Capellanía que D. Alonso Franco
- Capellanía que fundó Lorenzo Cordero
- Capellanía del Comisario D. Miguel Rosado
- Capellanía que fundó D. Miguel Rosado
- Capellanía de María Rodríguez
- Capellanía de Alonso Gómez Herrero
- Capellanía de Diego González Sastre
- Capellanía de Juan Martín del Barco
- Capellanía de Francisco Suárez de la Vega
- Capellanía del Bachiller Pedro Cabezas Pedroche y D. Juan Rubio
- Capellanía que en S. Esteban de Plasencia fundó Alonso Ramos Camberos
- Capellanía segunda que en Cañaveral fundó D. Alonso González Blázquez
- Capellanía que en Plasencia fundó D. Juan de Arianiega
- Capellanía que en Cañaveral Fundó Catalina
- Capellanía que en Monroy fundaron Juan González Lorenzo y María Rodríguez.
- Capellanía de Ánimas fundada en este lugar.
- Capellanía que en este lugar fundó D. Bartolomé Domínguez
- Capellanía que en lugar de Cañaveral fundó Alonso González Blázquez
- Capellanía que en este lugar fundó el Lic. Martín Sánchez
- Capellanías primera y segunda que en la Serradilla funda D. Juan García Torrejón y Ana González.
- Capellanía que en este lugar fundó el Doctor Juan Sánchez
- Capellanía que en este lugar fundó Juan Lorenzo y Catalina Sánchez
- Capellanía que en S. Martín de Plasencia fundó Juan Hernando de Quirós
- Capellanía que en Serradilla fundo Martín Caballero
- Capellanía que en Plasencia fundó D. Francisco Lobera
- Capellanía que en Plasencia fundó Catalina González, la Chuca
- Capellanía de Alba y once que en la villa de Mirabel fundo D. Florián Serrano
- Capellanía que en S. Nicolás de Plasencia fundo Dª Ana Nieto de Trejo
- Capellanía que en Plasencia fundó Dª Estefanía González de Carvajal
- Capellanía que en S. Esteban de Plasencia fundó Isabel Álvarez de Saavedra
- Capellanía que en Santiago del Campo fundó Sebastián Jiménez Cirujano
- Capellanía que fundó en Plasencia Hernando de Almaraz
- Capellanía que en Plasencia fundó Hernando de Villalba
- Capellanía que en Plasencia fundó D. Pedro de León
- Capellanía que en Plasencia fundó D. Enrique de Guzmán
- Capellanía de Casar de Cáceres
- Capellanía que en Plasencia fundó D. Pedro Buezo
- Capellanías y memorias que en Plasencia fundó el Arcediano Rodrigo Pérez
- Capellanía que en Plasencia fundó D. Bernardino de Cabreros
Una pregunta surge fácilmente: ¿Cómo es que hay tantas capellanías en un pueblo pequeño? Sospechamos que la razón puede estar en lo que relatamos a continuación, aunque puede que no estemos en lo cierto, ya que hay datos históricos que se contradicen.
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