jueves, 7 de junio de 2018

Ermita de Santa Marina (I)

La Sierra de Santa Marina, ¿se llamó así por la ermita que en su ladera Sur tenía, o estaba llamándose así e hicieron una ermita allí?
 
Me da la impresión de que algún gallego llegó a estas tierras que, con la devoción a su paisana traída en la cartera de  su corazón, difundió la devoción a dicha santa por estos lugares. Porque tratando de establecer relaciones territoriales, se encuentra dicha advocación en varios lugares de la comarca. Pedroso de Acim, pueblo fundado en el siglo XIV por el asentamiento de unos carboneros que explotaban el bosque de esta serranía. Su iglesia parroquial está dedicada a esta Santa. Cañaveral, cuya parroquia también está dedicada a Santa Marina.
 
Como la parroquia de Casas de Millán está dedicada a S. Nicolás de Bari, probablemente se conformaron con una ermita dedicada a esta santa y que posteriormente se denominó a la sierra, en cuyas laderas estaba sita, de Santa Marina.
 
Hay otra hipótesis, puesto que no está documentada históricamente.
 
Claudio Palomino Blázquez, “casito”, remite a un artículo que había leído sobre la cristianización de las fuentes termales cerca de la Vía de la Plata. Entre ellas menciona la de Santa Marina a 2 kms. de Casas de Millán y a 1'5 kms. de.... medicinales, ermitas de culto cristiano y pervivencia en la toponimia. El estudio de (El tema del culto a las aguas y su continuidad en relación con las vías naturales de la comunicación, por Salvadora Haba Quirós y Victoria Rodríguez.)

¿Quién era santa Marina?
 
Los datos que tenemos son una mezcla entre la realidad y la leyenda. Junto a la realidad de su nacimiento en 119, en Balcagia, actual Bayona, de la provincia de Pontevedra, de Lucio Castelio Severo, gobernador romano y su esposa Calsia, nos encontramos con una leyenda. Dejando a un lado la parte de leyenda,  parece que se convierte al cristianismo.
 
Con la persecución romana son dos hermanas martirizadas, Marina y Liberta, a la edad de unos 20 años, 139 p. C. La fiesta de Santa Marina se celebra el 18 de Enero.
 
Para ubicar la ermita en Casas de Millán, escogen un sitio ideal. La fuente de donde arranca el arroyo Del Campillo. Fuente que con frecuencia aparece en los libros parroquiales de Santa Marina.
 
Dicen precisamente, es probable que la leyenda esté en el fono de todo esto, que Santa Marina fue decapitada y arrojada a un horno, pero su cuerpo nunca se quemó. Tras cortársele la cabeza, ésta golpeó el suelo dando tres botes. De esos tres lugares donde golpeó su cabeza manaron tres manantiales de agua, otorgando así el nombre de Augas Santas al lugar. Del manantial de Augas Santas sigue manando agua en la actualidad y son miles los fieles que acuden a beber estas aguas milagrosas a las que se les atribuyen poderes curativos. 

Zurbarán la representó ataviada como una gran señora.
 
Y encontrándonos ya en la historia de la ermita, podemos decir que en 1516, año en que dan comienzo los libros de la cofradía, hallamos que poseía  parte en la dehesa del Campillo de los Camargos, propiedad del Conde de la Oliva, una huerta de árboles de fruta de espino y una ermita.
 
La ermita es pequeña, aunque ya está provista de torre con campana pequeña, un retablo con la imagen de la Santa que es de talla.
 
Pero, como es natural, los vecinos no pueden sacar en procesión la talla, que debería ser grande, y se manda, que se haga una imagen de Sta. Marina de media vara de largo, poco más o menos, para sacar su día y traer en procesión.
 
Después de muchos años hay un acontecimiento que trastorna la vida normal de la ermita y la devoción a Santa Marina.
 
En las cuentas que presenta Diego de la Puerta, al final de su mandato en el  año 1763 nos dice:
 
“Mediante el caso desgraciado que padeció dicha ermita en el día 18 del corriente a cosa de las 9 horas de la noche el de haberse quemado la tercera parte de dicho ermita, con la efigie de la Santa, su retablo, ornamento y todas sus alhajas, de lo que final de esta cuenta se deja la providencia que parezca justa, para de todo ello dan parte al Ilmo. Sr. Obispo Prelado de este Diócesis”
 
Como es lógico, ante tal desastre hay que tomar determinaciones para ver cómo reparar tal desaparición de la ermita. Como era normal, ya que la cofradía tenía bienes, es ver con qué se contaba, y así se ordena hacer revisión de todas las escrituras de propiedades de la ermita. A continuación se comienzan las ayudas para la restauración de los daños anteriores
 
Y comienzan las restauraciones, empezando por la imagen de Santa Marina. Es casi seguro que sea la imagen que ahora, después de varios traslados de domicilio, que después veremos, se sitúa en el retablo principal de la Parroquia.
 
Comienzan los gastos de los que se dan cuenta en las liquidaciones que presentan los distintos mayordomos.
 
“Primeramente 400 reales que pago a Antonio Maragaña, escultor en la ciudad de Plasencia para hechura de la nueva imagen de Sta. Marina que está en casa del dicho Sr. Cura mientras se concluye la obra de la ermita para colocarla en ella…
 
Mas data 280 reales que paso a D. Alfonso de San Juan, dorador en la ciudad de Plasencia por dorar y estofar dicha imagen de la Santa
 
3,122 reales  que hasta el día de hoy tiene gastado en las obras de la ermita, como es hacer ladrillo para las bóvedas y conducirlos a dicha ermita, compra de cal y arena y mezclarlos; sacar cantería y conducirla a la ermita… etc.
 
La obra supone 3,122+4,532= 7,714 reales.
 
18 reales que pago a José Ramos, carpintero de Plasencia, por la madera y hechura de una caja para conducir la imagen de la Santa, de Plasencia a este Pueblo.
 
Data total: 8,412 reales. Hubo de cargo 2,100´18 reales
 
El Cura Lic. D. Manuel Suárez de Valcárcel dona 6,311 reales con 16 maravedíes”.

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