sábado, 1 de julio de 2017

Fray Antonio Trejo y Paniagua Obispo de Cartagena (I)

Cuadro en la galería de Obispos de Murcia

Si el cardenal Trejo es la persona más importante de los nacidos en Casas de Millán, en orden eclesiástico, ciertamente su hermano Antonio no le va a la zaga.
 
Es lógico que la categoría  familiar influyera en la formación de los hijos, pues todos ellos, aunque eran chicos espabilados, no tenían la igualdad de oportunidades que los demás.
 
Al igual que su hermano, nace en la casa de la parte alta del pueblo, camino de la Canal, hoy calle de Miguel Hernández, según tradición.
 
Nace el día 15 o 16, en cuyo día se bautiza, de Julio de 1564.


Dice la anterior partida: En el lugar de Casas de Millán, miércoles, en diez y seis días del mes de Julio del año de mil quinientos y setenta y cuatro siendo yo Juan de la Pila Cura beneficiado del dicho lugar, bapticé a un hijo de Antonio de Trejo y de doña Francisca su mujer, fueron padrinos el Sr. Gutiérrez de Trejo y doña Juana, vecinos de este lugar, no bautizado en casa, en de lo cual lo firmé de mi nombre.
 
Al margen alguien puso después: Reverendísimo General fray Antonio Trejo y después Obispo de Cartagena y embajador de su Majestad en Roma”

Creo que no queda duda de su condición de “casito”.
 
En relación con sus estudios, su hermano Gabriel dice: “El señor Obispo entróse en la religión de San Francisco, desde niño lo escogió Dios… El señor Obispo estudió en su religión, tuvo crédito y fue Guardián y Secretario General y Comisario General de las Indias y General de toda su Orden, ahora es Obispo, y mañana será mucho más, que capaz es de todo cuanto hay en la Iglesia de Dios..”
 
En una reseña del Diccionario de la Historia Eclesiástica de España se nos dice de Él:
 
TREJO Y PANIAGUA, Antonio de, OFM: obispo, teólogo y diplomático. Hijo de Antonio de Trejo Monroy y de Francisca de Sande Paniagua, condes de Oliva, estudió en la Universidad de Salamanca, y en el convento de San Francisco de esta ciudad, perteneciente a la provincia de Santiago, tomó el hábito franciscano.
 
Es curioso el hacer referencia a que la hornada de novicios que hubo ese año se dio el caso, no creemos repetido en la historia, de que los 12 novicios que juntos hicieron el año de probación, todos llegaron al episcopado. Eso nos da idea del nivel tanto espiritual como intelectual del ambiente en que profesó Antonio.
 
En 1599 era lector de Artes en San Francisco, de León, distinguiéndose de tal manera en el cuidado de los apestados, víctimas de la epidemia que ese año asoló a la ciudad, que los leoneses pidieron fuera nombrado su Obispo.
 
(Un lector académico es un profesor que enseña y explica en su lengua materna alguna de las asignaturas académicas.)
 
De aquí pasó a enseñar Artes en Zamora; regresó nuevamente a León, donde en 1609 era lector de Teología y guardián del convento al mismo tiempo.
 
Comisario General de Indias
 
El nombramiento que se le hizo de Comisario General de Indias, el 28-IV-1610 le obliga a desplazarse a Madrid, a la Corte, donde intimó con Felipe III. Como consecuencia de dicha amistad llega el ser nombrado Ministro General de la Observancia, en 1609, cargo que desempeñó hasta Diciembre del 1613 y posteriormente, como Vicario General.
 
Cuando se habla de los famosos hijos del Real convento de Sta. Mª de Jesús se dice:
 
“Precisamente durante  la etapa de Ministro General de los Franciscanos, Fr. Antonio Trejo tuvo la honra de dar por su mano el Seráfico Hábito de la Orden Tercera de Penitencia de Nuestro  Seráfico P. S. Francisco en el Convento de Sta. Mª de Jesús de Alcalá a su hermano el Emin. Sr. D. Gabriel Trejo, Cardenal de la Sta. Iglesia, lo que blasonaba dicho convento como “gloria y honor que numera entre sus blasones este Grande m. Convento de S. Diego.”
 
El nombramiento de Comisario General de Indias le llegó con la Patente del General de Orden, P. Arcángel de Messina, en 28 de abril de 1.610, posesionándose de su cargo el 14 de julio inmediato y duró éste por tres años y cinco meses aproximadamente, ya que a la muerte del P. Juan del Hierro, Ministro general, fue electo en Vicario General en 7 de diciembre de 1.613. En este nuevo cometido rigió los destinos de la Orden hasta el 2 de julio de 1.618, en que le sucedió en el gobierno el P. Benigno de Génova.
 
En cuanto a su intervención al frente de la Comisaría de Indias nos son conocidos dos Informes o Memoriales al Consejo de Indias: uno sobre la Provincia de San Gregorio de Filipinas, mediando en el pleito entre Observantes y Descalzos, en el que teje elogio subidísimo de los primeros y de su aportación a la evangelización en el lejano Oriente
 
El segundo Memorial es sobre toda la Misión de Ultramar, en el que nos ofrece una estadística, algo abultada en número, pero en su conjunto bien informada, porque habla con documentos en la mano. Para América española es una magnífica síntesis, y en lo que respecta a Filipinas y toda aquella área misional, muy preciso y atinado en sus líneas y datos. Me hace suponer disponía, al redactarlo, de las informaciones de los PP. Alonso Muñoz y Beato Luis Sotelo incluso hasta de las Relaciones de los Visitadores y Capítulos provinciales de Filipinas.

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