martes, 30 de mayo de 2017

D. Gabriel Trejo y Paniagua (Cardenal Trejo) - (II)

Consejero de Calatrava y Castilla en 1613
 
Fiscal de la Cancillería de Valladolid, de cuyo cargo tomó posesión el 4 de abril de 1627 y más tarde auditor de la misma. En la corte real, fue fiscal del consejo de Órdenes (1608) con el hábito de Calatrava, e inquisidor de la misma.
 
Capellán de las Descalzas Reales de mayo de 1613 a 22/05/1614
 
El real monasterio de las Descalzas de Madrid o monasterio de Ntra. Sra. de la Visitación tiene por fundadora a Juana de Austria, princesa de Castilla y hermana de Felipe II.
 
A lo largo de los años ingresaron aquí mujeres de las casas reales y de la alta aristocracia, haciendo importantes regalos y donaciones.
 
El nombramiento del Capellán Mayor para este monasterio era privilegio del Rey, dada la importancia que tenía.
 
Aunque no nacidas en Casas de Millán, en este monasterio estuvieron dos hijas del mayor de los Trejo, Antonio, casado con Isabel de Jáuregui. Fueron Francisca Trejo y Jáuregui, con el nombre religioso de Sor Francisca de las Llagas, que ingresó a los 18 años, y Jerónima o Sor Jerónima de la Concepción, que ingresó a los 16.
 
Consejero de la Inquisición en 1615
 
Estando en el Consejo de Inquisición en España hizo oficio de Comisario general de la Cruzada, por enfermedad de don Martín de Córdoba.
 
Por esta etapa se le acumulan los cargos y prebendas a D. Gabriel Trejo. En 1615 muere el presidente del Consejo Real en aquel tiempo, Juan de Acuña Acevedo. Para sucederle en el cargo  se elige al Arcediano de Talavera de la Reina de la catedral metropolitana de Toledo, Trejo y Paniagua, candidato propuesto por el duque de Lerma y por Rodrigo Calderón
 
Como podemos colegir por estos testimonios, ha sido una de las eminencias del pueblo y de nuestra patria.
 
Sus cualidades intelectuales y políticas le hicieron intervenir en muchos acontecimientos importantes. Unos de orden político, otros de orden religioso.
 
Hay una intervención del Cardenal Trejo desconocida para “los casitos” y muchos madrileños. Fue, que se le mandó la supervisión de la canonización de Sta. María de la Cabeza, patrona de Madrid, junto con su esposo S. Isidro Labrador.
 
Desde 1212 tanto a Sta. María como a S. Isidro, el pueblo cristiano ya había “canonizado” a ambos. Había habido varias intervenciones de papas para aumentar la veneración a estos santos, especialmente también el Cardenal Cisneros natural de Torrelaguna, que en su día promueve el culto de su paisana.
 
El proceso de beatificación y canonización de Santa María de la Cabeza, se inició en el año 1612. El 12 de abril se firma el edicto de testigos, y se concluyen el 28 de julio de 1617, proceso que se paralizó hasta 1693, bajo el reinado de Carlos II, la Santa Sede aprobó el culto inmemorial de la Sierva de Dios María de la Cabeza.
 
Para poner todo esto en orden es por lo que Felipe IV manda al Cardenal Trejo su intervención.
 
Crecían cada día los deseos de la mayor veneración de la Insigne Labradora María, particularmente en el muy católico rey Felipe III, reinante en España, quien para dar más eficacia a la causa de esta deseada adoración canónica, y que con más viveza volase en las alas de su regio favor, nombró por su Real Decreto al Eminentísimo Trejo, Obispo y Cardenal de la Santa Iglesia Romana, en Protector de eta causa, escribiendo también para este mismo efecto a D. Francisco de Castro, su embajador cerca de Paulo V. Presentáronse en Roma los Procesos de la vida, virtudes y milagros de la Sierva de Dios
 
Aunque con un posible cariz de leyenda, nos cuenta otro acontecimiento religioso en que se vio involucrado D. Gabriel.
 
Muchos sucesos memorables debió de ver don Gabriel a lo largo de su vida. Como cuando desenterraron  en 1629 a san Simón de Rojas para cumplimentar las correspondientes diligencias de su proceso de beatificación. Nada más abrir la caja salieron de ésta muchas mariposas blancas que revolotearon, a placer y a la buena de Dios, alrededor de los testigos que allí estaban. Y lo más prodigioso es que las campanas llamaron, por su cuenta, al Ave María sin que se conozca acción alguna de campanero o sacristán. (DE internet: El retablo)
 
Cardenal de la Santa Iglesia
 
Con todo este cúmulo de experiencia religiosa y política, no es extraño que llegara a los cargos más altos en estos dos aspectos, el Cardenalato y la Presidencia del Consejo de Castilla.
 
Su blasón se encuentra en la fachada lateral del complejo de San Francisco en Plasencia, antiguo convento del mismo nombre, el castillo sobre ondas de los Trejos, el emblema se rodea de una bordura que dice: GABRIEL: S: R: E: PRESBITER. CARDENALIS: DE TREJO; se timbra de capelo, y se acola con la cruz de la orden de Alcántara, sobre una bella cartela barroca.
 
El día 16 de diciembre de 1615 y a instancias el rey Felipe III de España, el Papa Paulo V le nombró cardenal, siendo miembro de las Congregaciones Regulares del Índice, del Concilio y de la Inquisición.
 
El 2 de Junio de 1617 se le otorga el título de S. Pancracio y 29 de Noviembre de 1621 el de S. Bartolomé de Isola. Conoció dos cónclaves, el de 1621 donde fue elegido papa Gregorio XV, en el que no participó, y el de 1623, y en el que sí participó, y estuvo a punto de ser elegido, pero, como en tantas otras ocasiones, se mezcló lo político y lo religioso y fue vetado por Francia, siendo elegido Urbano VIII, quien  le nombró Arzobispo de Salerno (Italia).
 
Ciertamente era una mente privilegiada, ya que nos encontramos con alabanzas encomiables en algunos escritos. Así cuando en tiempo de Felipe V se hace loa de  4 cardenales dice:
 
… Y finalmente un don Gabriel de Trejo y Paniagua, Caballero de la Orden de Alcántara, Cardenal de S. Nereo, Aquileyo y Pancracio, Arzobispo de Salerno, Comisario General de la Santa Cruzada, presidente de Castilla, Obispo de Málaga y del Consejo de Estado en el cual resplandecieron la ilustre sangre, el ingenio, la sabiduría, la política, la justicia y todas las demás virtudes propias y necesarias para el Gobernador de una Monarquía.
 
… y así como el Cardenal de Trejo y Paniagua, fue toda la confianza de el Señor Don Felipe IV fuesse también el que hubiere merecido, a los cien años cabales de distancia, igual favor de el Señor don Felipe V, (que Dios guarde) pero con la casualidad  (assi la quiero llamar) de haber sido V. Emcia. También sucesor de las dignidades que tuvo aquel Gran Prelado en España y no menos en la aceptación común que logró aquel insigne Cardenal, tan segura en la fama y en la opinión, que un célebre escritor afirma: Que fue uno de los más claros Varones de su tiempo Pero que mucho si a uno y a otro los alentó un espíritu y una sangre. Fue el Señor Cardenal de Trejo oriundo de la ciudad de Plasencia…
 
El nombramiento de Cardenal por parte del Rey, tenía también una connotación política, pues no olvidemos que estamos en un período en que están en la cúpula del poder Iglesia y Reino. Al Rey le interesaba tener a alguien cerca del poder religioso para las conveniencias de relación. Por eso el Cardenal se traslada pronto a Roma, donde va a estar durante mucho tiempo.
 
Para ello tiene que tener los medios económicos necesarios, por lo que va a recibir nombramientos que, como veremos, son más para la percepción de las rentas que del ejercicio de gobierno. Tiene la Abadía del Burgo Hondo, que es fundación Real a provisión de su Majestad, y el Arcedianato de Calatrava en la santa Iglesia de Toledo, y canonicato en la misma Iglesia, que dio pensión cuando hubo de ir a Roma.

miércoles, 24 de mayo de 2017

D. Gabriel Trejo y Paniagua (Cardenal Trejo)

Este es el único retrato que tenemos del Cardenal Trejo.
 
Debajo pone: El cuadro del Cardenal Trejo
 
Anónimo español: El Cardenal Gabriel Trejo y Paniagua, 1615. Grabado 25X18 cm. Madrid
 
Biblioteca Nacional de España.
 
Gabriel tit. San Bartholomaei in Infula Cardin. Trefsius, Episc. Maleacen. Hifpanus, 2 Decembris 1615.
 
Ciertamente es la persona más relevante en la historia de Casas de Millán. Tal relevancia ha hecho que en casi todas las referencias a esta persona, a través de los escritos, se le haya dado el lugar de nacimiento en Plasencia.
 
El siguiente documento acredita que su bautismo ocurrió en Casas de Millán.
 
Dadas las condiciones sociales y de comunicación en aquellos tiempos, no era normal que naciera en Plasencia y fuera bautizado en Casas de Millán. Es más, en algunas referencias lo dan como nacido en este lugar.
 
Partida bautismal:
 
“GABRIEL. En siete días del mes de mayo de mil quinientos y setenta y siete años yo, Juan de la Pila, cura baptize a Gabriel, hijo del señor Antonio Trejo Monroi y de la Señora Doña Francisca de Sande. Fueron sus padrinos el señor Gutierre de Trejo y la señora Doña Francisca de Mendoza, su hermana, no fue baptizado en casa, y porque verdad lo firme.- Juan de la Pila”.
 
Sic.
 
Plasencia siempre ha disputado su paternidad a las Casas, intentando adjudicarse su nacimiento; hay varios libros de diferentes autores defendiendo este hecho, todos  carentes de rigor, ante la documentación citada anteriormente.
 
Son sus hermanos de don Francisco de Trejo, el Cardenal don Gabriel de Trejo Paniagua y fray Antonio de Trejo, Obispo de Cartagena y don Pedro Paniagua, de los cuales volverá a tratar la historia en su lugar.
 
Parece ser que esta familia vino a España para luchar contra los moros, y uno de ellos, don Pedro Sánchez de Grimaldo se quedó en tierras de Plasencia.
 
De hecho, de lo poco que dejó escrito el Cardenal, dejó manuscrita una Genealogía de la casa de los Grimaldi, de la que era descendiente.
 
Chico despierto y espabilado, fue educado de acuerdo con su rango, que en aquellos tiempos era alto, compartiendo mesa y mantel con nobles e hidalgos de la época.
 
Es probable que compartiera estancias temporales entre Las Casas y Plasencia, dado que en ésta última estaba la nobleza de la ciudad. De hecho allí se encuentran Los Trejos antecesores.
 
En la instrucción a sus sobrinos nos dejó el Cardenal unas notas autobiográficas de su niñez y juventud.
 
“Tuvo vuestro abuelo cuatro hijos, vuestro padre, el señor don Pedro vuestro tío, el señor Obispo de Cartagena, vuestro tío, yo fui el menor.
 
“La hacienda seglar que había en casa llevósela toda vuestro padre como mayor, una prebenda eclesiástica en que se podía acomodar uno de los hijos, llevósela el señor don Pedro”
 
“Murió vuestro abuelo quedando los dos mayores acomodados, aunque no con lo que merecían que os prometo que, sin pasión de hermano, merecen mucho más de lo que tienen.
 
“Estudiamos todos, y los dos mayores como se vieron acomodados dejaron el estudio, aunque el señor don Pedro no del todo. El señor Obispo entróse en la religión de San Francisco, desde niño lo escogió Dios, yo estudié y pretendí  y aunque engañando al mundo… llevé en Salamanca tres cátedras y un colegio y comencé a tener oficios de su Majestad, y a pocos lances grandes estima y honra, y en doce años, y en doce años de oficios, siendo de menos de cuarenta me hicieron Cardenal y después Presidente de Castilla, cosa que ni soñándola había cuando me la ofrecieron.
 
El señor Obispo estudió en su religión, tuvo crédito y fue Guardián y Secretario General y Comisario General de las Indias y General de toda su Orden, ahora es Obispo, y mañana será mucho más, que capaz es de todo cuanto hay en la Iglesia de Dios..
 
No podían darnos lo que nos dieron con hacernos estudiar, y criarnos con mucho estudio y encerramiento y virtud.
 
Esto debo al Señor Deán de Plasencia Don García de Loaisa mi tío, y el señor Alonso Paniagua mi tío, y que me hicieron estudiar.
 
Oí decir al primero, haciéndome de edad de ocho años estudiar con el rigor que si fuera de veinte y diciéndole algunos amigos que era mucho trabajo para mi edad: Pues muérase, que nadie sabe la falta que a mí me hace el no haber estudiado, sino yo. Y así si mis sobrinos no han de saber, mejor es que se mueran niños. Oíd que leche esta con que me criaron; no hace sino escoger, sino estudiar y saber o morirse.
 
Época universitaria
 
Su formación la hizo en el Colegio del Arzobispo o de San Bartolomé en Salamanca.
 
En la Universidad podía lucir el manto y la beca de los colegiales en color pardo.
 

En la Universidad de Salamanca, se licenció en leyes, el 22 de mayo de 1597, poco después, el doctorado en utroque iure, tanto en derecho canónico, como el civil.
 
Es interesante saber que al principio, el Colegio Mayor de Santiago, era una fundación para permitir el estudio de mozos inteligentes y pobres en recursos, pero el prestigio que daba haber estudiado en éste u otro de los Colegios mayores de Salamanca, hizo que hacia finales del s. XVI, sus plazas fueran ocupadas por hijos de familias nobles o acomodadas, lo que rebajó notablemente el nivel de los estudios. El medio de que se valieron los colegiales para limitar el acceso únicamente a los nobles, fue exigir "limpieza de sangre", lo que, si bien parecía pensado para evitar la entrada de descendientes de judeoconversos, en realidad impedía la entrada de aspirantes humildes, que no tenían archivos familiares para demostrar su limpieza de sangre. Para los estudiantes modestos, a menudo criados de los nobles, se construyó una hospedería aneja.
 
Enseñanza en la universidad 1602 a 1607
 
Fue profesor de Derecho Civil en la Universidad de Salamanca, en el año 1602, se dedicó a la enseñanza de Instituta y Código en 1603.
 

Entró en el Colegio del Arzobispo, Salamanca, y enseñó Vísperas de Leyes, Rector de la Universidad, y dejó la enseñanza en 1607 para dedicarse a la judicatura.
 
Fiscal del Consejo de Órdenes e inquisidor de las mismas: 1608
 
El Consejo de las Órdenes era la Institución encargada del funcionamiento de las órdenes militares de Santiago, Calatrava, Montesa y Alcántara durante la Edad Moderna en España. Su ámbito de actuación se extendía a los territorios de las Órdenes Militares. Éste territorio incluía dos ciudades, 250 villas y 100 aldeas.
 

Para que pudiera acceder a tal Cargo era necesario que perteneciese a alguna de las Órdenes, lo que ocurrió nombrándole caballero con hábito de la orden de Alcántara.
 
Este primer cargo importante, después del periodo de enseñanza que ejerció, nos da idea de la preparación que tenía.
 
Auditor Miembro del Consejo Real 1610 a 1615
 
El Consejo Real, era la segunda institución más importante del Reino, tras el rey. Fue considerado como el prototipo del consejo y de su estructura y organización, de forma que todos los demás calcaron de éste las suyas.
 
Un paso más de ascendencia que realiza el Cardenal, de tal forma que será el principio de su carrera meteórica hasta llegar a la Presidencia de tal Consejo, como veremos posteriormente.
 
Comisario de la Cruzada en mayo de 1613
 
Dentro del periodo en que permanece como miembro del Consejo Real nos encontramos con su pertenencia a otros Consejos. Así tenemos el de Comisario de la Cruzada.
 
El Consejo de Cruzada fue un organismo de la administración española existente entre principios del siglo XVI y mediados del XVIII, en que pasó a denominarse Comisaría General de Cruzada hasta su desaparición en 1851. Tenía atribuciones consultivas, judiciales y de gobierno para gestionar los ingresos procedentes de las tres gracias (bula de cruzada, subsidio y excusado) concedidas por la Santa Sede a la corona española para su utilización en la defensa de la fe católica.

sábado, 13 de mayo de 2017

La saga de los Trejo y Paniagua

La familia Trejo Paniagua
 
Antes de concretarnos en algunos miembros de esta familia, que nacieron en Casas de Millán, es bueno que digamos que la familia Trejo Paniagua procedía de Plasencia.
 
Su genealogía la describe este recuadro antiguo.
 
Plasencia ha sido la diócesis de Extremadura que mayor aportación ha hecho a la Iglesia con destacados clérigos que alcanzaron notoriedad.
 
En la genealogía de la familia Trejo Paniagua se nos dice:
 
Hernando de Trejo, que casó con doña María de Monroy, y fueron padres de Antonio de Trejo Monroy, que casó con doña Francisca de Sande y Paniagua, y fueron padres de Francisco de Trejo, Caballero de la Orden de Calatrava, que casó con doña Isabel de Salazar y Xauregui, y son padres de don Antonio de Trejo, de don Gabriel de Trejo y doña Isabel de Trejo, y otros.
 
Todos ellos proceden de Pedro Sánchez de Grimaldo, primer Señor de Grimaldo, sucesores de los Grimaldi de Italia.
 
El Señorío pasó a los Trejos. Es probable que se establecieran en Casas de Millán porque, según consta, pertenecía al Mayorazgo, junto con Almofragüe y Las Corchuelas. Es más, en algún documento se dice, que fundaron el Mayorazgo, al darnos referencia de los progenitores del Cardenal.
 
Del matrimonio Trejo Sande,  se nos dice:
 
Antonio de Trejo de Monroy: Camarero Secreto del Papa Julio II. Funda el Mayorazgo con su esposa, a favor de su hijo Francisco en 1572, el 13 de noviembre en Casas de Millán. Otorga testamento el dos de septiembre de 1588 en la misma localidad. Don Antonio contrajo matrimonio con Francisca de Sande y Paniagua, hija de los señores de Santa Cruz de Paniagua. Otorga testamento en 1583 el 4 de Agosto en Casas de Millán.
 
Ambos fueron enterrados en esta localidad, entonces era una aldea “menuda” establecida en el término municipal de Plasencia, lo que justificaría el por qué a sus hijos, a los que vamos a mencionar, sean considerados placentinos, así, lo menciona Alonso Fernández. Pero, la realidad habían nacido estos ilustres extremeños en esta localidad, y que así se hace constar en las actas bautismales de la parroquia de Casas de Millán, el párroco de la misma en el año 1798, en el libro “Extremadura” por López.
 
De este matrimonio nacieron cuatro hijos: Francisco de Trejo y Monroy, Pedro, Juan Antonio y Gabriel de Trejo y Paniagua, en esta época muchas veces los apellidos de los personajes no concuerdan con los primeros apellidos de sus progenitores. En este caso, salvo el mayor, los hermanos Trejos tomaron el segundo apellido de su madre, cuestión muy frecuente en aquellos tiempos. Ya dice Salazar y Acha: “El hombre del siglo de oro, y me refiero al hidalgo con pretensiones, escoge a su gusto entre los apellidos de sus mayores”, así lo refiere en su obra: ”Génesis y evolución del apellido en España”.
 
¿Cuál fue la razón por la que la familia Trejo-Sande se establece en Casas de Millán? No lo sabemos. Tenemos la misma duda que el P. Enrique Escribano, cuando en la revista El Monasterio de Guadalupe escribe:
 
¿Obedece, quizá, el silencio del pueblecito extremeño al resultado o efecto de algún drama caballeresco ocurrido entre los elementos de la familia Trejo? Históricamente lo ignoramos, pero no lo juzgamos imposible. Sea lo que fuere, una cosa es cierta. Las partidas de bautismo del Cardenal y del ilustrísimo D. Antonio Trejo se hallan en el primer libro de bautizados de la parroquia de Casas de Millán.
 
Lo cierto es que, según la tradición en el pueblo, se puede determinar la casa donde habitaron y que corresponde a la zona por donde parece comenzó el pueblo. Aunque es más probable que vivieran en el palacio del Marqués de Siete Iglesias.
 
Su permanencia nos indica que no fue una estancia fortuita, sino estable, pues en el archivo parroquial se encuentran las partidas de sus hijos.
 
Hijos:   
  • Francisco nace el 12/01/1570, otorga estamento el 28/06/1548. Madrid.
  • Pedro nace el 15/11/1571, muere en febrero de 1634.
  • Antonio nace el 16/07/1574, muere el 13/12/1636.
  • Gabriel nace el 7/05/1577, muere el 11/02/1630.
  • Mª Magdalena nace el 11/08/1578, muere ¿?.

miércoles, 3 de mayo de 2017

D. Juan Yáñez, Obispo de Calahorra (II)

Inquisidor en Granada

Es muy probable que ejerciera bien su oficio, por lo que se le encarga la responsabilidad de crear la Inquisición en Granada, que tuvo algún antecedente en Jaén, porque se dice:

Lo cierto es que aquel se estableció primeramente en Jaén, y de allí pasó a Granada por orden de Carlos V en 5 de Noviembre de 1526. Sus primeros ministros fueron el licenciado Hernando de Montoya, inquisidor mayor; el licenciado Juan Ibáñez, inquisidor; el licenciado Hernando Duque de Estrada, fiscal; Hernando de Soto, alguacil mayor; y el licenciado Guerrero, secretario del secreto.

No tenemos muchos  datos más sobre el desarrollo de su estancia en Granada, porque según  el mismo documento nos dice:

El archivo de la inquisición de Granada fue entregado a las llamas en el año de 1823 por temor de que un cambio político reprodujese sus persecuciones.

No obstante tenemos también un dato en “La conquista de Granada”

El 7 de diciembre de 1526 una junta celebrada en Granada decidía radicalizar las prohibiciones y aumentar el grado de intolerancia: la prohibición de la circuncisión, de la lengua árabe hablada o escrita, de la tenencia de esclavos, de los rituales en el sacrificio del ganado, de los vestidos, amuletos, joyas, etc. que tuviesen relación con la religión islámica. El mismo día, el inquisidor de Jaén, el licenciado Juan Yáñez, era trasladado a Granada con el encargo de poner en marcha un tribunal cuya jurisdicción abarcaría todo el “el arzobispado y la ciudad de Granada, los obispados de Málaga, Guadix y la abadía de Baza, y todo el antiguo reino de Granada ganado por los Reyes Católicos”: en esta fecha se nombran los correspondientes funcionarios. (6)

Lo que sí se sabe es que debió tener bastante trabajo en su oficio de inquisidor, pues tanto los problemas anteriores como posteriores de aquellos tiempos así nos lo indican.

La rebelión del Albaicín se extendió muy pronto a otras comunidades mudéjares. Durante todo el año 1500 se produjeron revueltas en la Alpujarra, Almería y Ronda, haciendo necesaria la intervención militar del mismo rey. El triunfo castellano no resolvió ninguno de los problemas que la provocaron; desde enero de 1500 comenzaron las conversiones en masa, pero no fue el hecho de la diferenciación religiosa el único que influyó en la rebelión y en los sucesos posteriores. En 1495 y 1499 la Corona exigió a los mudéjares nuevas contribuciones fiscales que no recayeron sobre los pobladores cristianos. Durante los años 1501 y 1502 se desarrollaron nuevas manifestaciones intolerantes; la Inquisición había comenzado a funcionar hacía tiempo: en 1499 se había nombrado inquisidor de Granada a Diego Rodríguez Lucero, y aunque la instalación definitiva de un tribunal en Granada no se llevó a cabo hasta 1526, desde 1500-1501 desarrolló sus actividades desde Córdoba. En octubre de 1501 se ordenó quemar todos los libros relacionados con la religión musulmana y en febrero de 1502 se obligaba a los mudéjares granadinos a decidir entre la conversión al cristianismo y la expulsión. La mayoría de ellos se bautizó a lo largo de un período de tiempo que llegó hasta bien entrado el año 1506. Nuevas capitulaciones que la monarquía suscribió con diferentes comunidades moriscas marcan el cambio de actitud en relación con los problemas derivados de una conversión forzada que hizo fracasar estrepitosamente el viejo ideal evangelizador de fray Hernando de Talavera. La intolerancia comenzó a concretarse en un conjunto de prohibiciones que, pretendiendo acelerar la integración, provocaron el efecto contrario: desde la anulación del régimen fiscal granadino hasta la reglamentación de cómo deberían sacrificarse las reses, un conjunto de medidas afectaron al sustrato cultural y señas de identidad de los granadinos. La limitación del uso de armas, la prohibición de la vestimenta morisca, la elaboración de un catálogo de profesiones y actividades reservadas a los cristianos, vinieron acompañadas de disposiciones que intentaban evitar la relación de los moriscos con los musulmanes del norte de África. (7)

Inquisidor en Toledo

No permanece mucho tiempo en Granada, pues en  1528 fue proveído por Inquisidor de Toledo, donde residió más de 20 años, y el Emperador Carlos V le hizo merced de trescientos ducados de pensión en el obispado de Málaga.
No cabe duda que la experiencia de las inquisiciones periféricas, donde los conflictos eran más numerosos y de marcado rigorismo, hacen avezados a los inquisidores. Juan Yáñez ha adquirido experiencia para ser trasladado a una de las Inquisiciones más importantes.

Entramos en una etapa en la que ya los judíos y moriscos han sabido sortear las dificultades anteriores, y se da más la simulación de las exigencias reales para poder permanecer en territorio español.

Algo de esto se encuentra en un pequeño relato, en que se nos dice:

“En su caso, entonces, el bautismo no se vio como algo forzado; lo hicieron «con muy buena voluntad», según sus propias palabras. Por supuesto que no podemos aceptar así por las buenas lo que decían, ya que hablaban en 1530, cuando el inquisidor Juan Yáñez visitaba la zona e iba demandando pruebas de bautismo.” (8)

No le era fácil descubrir la verdad pues se ocultaban unos a otros, ya que sabían disimular su condición de islámicos. Pero como  hay signos específicos, culturales y religiosos que no se pueden ocultar por ellos los descubrieron. En 1538 cuando el inquisidor Yáñez empezó su encuesta sobre los moriscos de Daimiel supo rápidamente, a parte de los del vino y del tocino, que los moriscos solían llevar barba, que excavaban sus tumbas muy hondas, que degollaban las reses de forma especial. Con ello creció su convicción personal en cuanto a su íntima fidelidad al islam. Pero, no podía entablar un proceso con indicios tan endebles. Necesitaba hechos más concretos Ningún cristiano viejo se los pudo dar. Los propios moriscos le opusieron en verdadero muro de silencio… La solidaridad y las presiones eran tales, que ninguno se atrevió a hablar. El inquisidor tuvo que dar la batalla para romper el cerco.

A todos ellos, Yáñez los sometió a averiguaciones especiales preguntando “secreta y apartadamente” al resto de moriscos si conocían de su bautismo. A mediados de septiembre concluyó su misión. Había censado un total de ciento setenta y dos moriscos, quince de ellos bautizados fuera de la villa.
La misión de desarrolló entre 1530-38.

“El inquisidor Juan Yáñez llegó a La Mancha en enero de 1538 y, nada más instalado en las Cinco Villas, empezó a investigar las costumbres de los moriscos. A raíz de las denuncias que recibió de algunos cristianos viejos decidió, en noviembre de 1538, arrestar a Lope de Hinestrosa, vecino de Daimiel, seguramente porque todos lo consideraban el jefe de la resistencia que los moriscos de la región ofrecían en aquellos momentos al inquisidor.

En los meses siguientes, Yáñez fue de una parte a otra del campo de Calatrava, investigando las denuncias y arrestando a los acusados. El 16 de julio de 1541 veintiséis moriscos de Daimiel salieron en un auto-da-fe; de ellos dos fueron relajados al brazo seglar, a morir quemados en la hoguera. (9)

Catedral de Calahorra
Nombramiento de Obispo

Ya con una larga experiencia y una madurez de gobierno, nuestro personaje ”casito” ha demostrado su servicio a la realeza. Precisamente al referirse a quienes prestaron servicios a los Reyes Católicos, Alonso Fernández (O. P) nos dice: “de don Juan Yáñez, Obispo de Calahorra, natural de Casas Domillán, aldea de la jurisdicción de Plasencia, el cual sucedió en el obispado a don Juan de Villalva, hermano del Coronel Villalva, Chantre  que había sido de Plasencia. (10)

Bastan unas citas para ver la bondad que había adquirido

Después en el año 1543 le presentó por obispo de Calahorra, de que está bien descuidado, por su humildad y virtud: fue  grande Inquisidor; concurrieron en él todas las calidades y buenas partes que se requieren para ejercer tan grande y santo oficio. Era sencillo de gran bondad. (11)

Era tan moderado en sus aspiraciones, de tan pocas necesidades y tan escasa su ambición, que se conceptuó muy recompensado con aquella mezquina suma, sin que volviese a solicitar más en su vida. Su virtud, sin embargo, fue causa de sus adelantamientos; pues sin excitación de ninguna especie, el Emperador le presentó para el obispado de Calahorra en 1543. 

No disfrutó mucho tiempo de este cargo, pues murió al cabo de un año el día 24 de Diciembre de 1544, en la ciudad de Logroño, a los setenta años de edad. Fue sepultado en la capilla de nuestra Señora de la Antigua en la iglesia parroquial del palacio.- M. B.”

En la relación que hace de Esteban de Zamalloa y Gariby nos dice:

“Entre los obispos de Calahorra y la Calzada, sus contemporáneos, tuvo amistad con D. Juan Yáñez, inquisidor que había sido antes de Toledo, prelado tan santo y ajeno de las pretensiones de obispado que como Francisco de los Covos, secretario del dicho Emperador, le escribiese a Toledo, donde era inquisidor la merced que el Emperador le hacía de elegirle por obispo de estas dos iglesias unidas y un criado suyo le diese la carta con el parabién, tratándole de Señoría, le respondió con santa inocencia que debía venir errado, enviado al otro señor inquisidor, su compañero, que era muy amigo de su amo, pero él no le conocía, ni jamás le había escrito carta: en estos tales están bien los obispados.” (12)

Con tan poco tiempo en su misión de Obispo no pudo desarrollar mucho sus capacidades. Por eso es considerado en la Diócesis de Calahorra como un obispo de transición, aunque tenía en marcha un Sínodo en Sto. Domingo de la Calzada. Así lo expresa Santiago Ibáñez en su libro “Diócesis de Calahorra a mediados del s. XVI”.

“Menos podemos adjudicar tal visita a Juan Yáñez (1543-1544), entretenido el año que vistió la mitra episcopal en celebrar un Sínodo en Sto. Domingo de la Calzada. Tanto a Antonio Ramírez de Haro, como a Juan Yáñez se los puede considerar  obispos de transición entre quienes les precedieron y sucedieron” (13)

Éste es nuestro casito histórico que abrió el camino para otros muchos, como veremos posteriormente.

Cuadro cronológico
  • Nacimiento: 1474
  • Ordenación sacerdotal: 8-10-1508
  • Inquisidor en Cuenca: 1518
  • Inquisidor en Murcia Jaén: 1525
  • Inquisidor en Granada: 5-11-1526
  • Inquisidor en Toledo: 1528
  • Obispo de Calahorra: 24-09-1543
  • Muere el 24-12-1544